Los conflictos actuales como la guerra de Ucrania ponen de manifiesto la importancia creciente de los drones en las operaciones militares. El Ministerio de Defensa español sigue de cerca la evolución de estos sistemas en el campo de batalla y trabaja en distintos frentes para extender su uso en las Fuerzas Armadas; desde licitaciones para adquirir drones, hasta programas de I+D para fomentar nuevas aplicaciones.
En este último punto, el departamento apuesta por impulsar el desarrollo de enjambres de drones capaces de actuar en un amplio abanico de misiones. El programa de I+D Coincidente de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) financiará soluciones de este tipo en la convocatoria de este año, que acaba de ver la luz. El Ministerio pondrá en concreto hasta 785.000 euros para proyectos de la industria relacionados con esta temática, recoge la resolución a la que ha tenido acceso Infodefensa.com.
El objetivo, explica la convocatoria, es “aprovechar los últimos avances tecnológicos realizados en el ámbito de la robótica y de la inteligencia artificial para desarrollar enjambres de vehículos aéreos no tripulados (RPAS) capaces de ejecutar misiones militares específicas (patrulla y vigilancia, exploración y reconocimiento, búsqueda y rescate, apoyo logístico, defensa NRBQ…)".
Defensa explica al detalle en la resolución del programa Coincidente qué características debe tener un enjambre de drones. “El demostrador resultante deberá permitir al operador enfocarse en la ejecución de la misión, no teniendo que comandar cada plataforma por separado. Para ello será necesario, por una parte, un alto grado de automatización de cada uno de los RPAS que conforman el enjambre de cara a habilitar su funcionamiento individual, y por otra, un comportamiento inteligente en el funcionamiento conjunto y colaborativo de todos los RPAS, no sólo para mantener un control adecuado del sistema a sino para lograr la ejecución de la misión de forma coordinada y dinámica”.
Y añade: “El sistema deberá poder realizar una redistribución de tareas de manera autónoma y eficiente ante eventualidades (pérdida de aeronaves, presencia de obstáculos, fallos en comunicaciones o señal GNSS, etc.), así como tomar nuevos cursos de acción, para poder seguir desarrollando la misión, debiéndose demostrar que la nueva configuración maximiza la eficiencia operativa en función de las circunstancias concretas en ese momento (estado de los vehículos, características del entorno local, punto de situación de la misión, etc.)".
El sistema asimismo ofrecerá al usuario un interfaz sencillo e intuitivo que le permita definir y configurar la manera en que se comporta el enjambre durante la operación, de forma que pueda adaptar este comportamiento a la doctrina vigente. Así, el operador deberá poder configurar la misión desde el puesto de mando y control en modo offline, lanzarla y monitorizarla.
El enjambre utilizará además una arquitectura software abierta y podrá integrar RPAS de distinto tipo (ala fija, ala rotatoria, etc.) y fabricante, siendo deseable que las plataformas tengan capacidad para portar cargas de pago diversas para una mayor versatilidad del sistema. Aunque el enjambre deberá estar formado principalmente por RPAS, también se contempla la posibilidad de incorporar al enjambre vehículos no tripulados terrestres (UGV) y marinos de superficie (USV).
El Ministerio también requerirá que el enjambre continúe operando en caso de pérdida de las comunicaciones entre los drones y el operador o entre los drones entre sí y valorará que puede funcionar y seguir con la misión en situaciones de ausencia o degradación de la señal GNSS. Respecto a las comunicaciones, será deseable que “pueda operar y ser tele-comandado y monitorizado a la mayor distancia posible del puesto de mando”, explica la resolución.
Defensa busca al final demostradores tecnológicos que pueden evaluarse en entorno realistas y en situaciones complejas.