La Armada avanza en su plan para la incorporación de drones en las operaciones navales. La Jefatura de Apoyo Logístico (JAL) ha cerrado con la empresa española Seadrone, del grupo Zelenza, la compra de un vehículo no tripulado de superficie (USV) Sead 23 por un importe de 1,1 millones de euros.
El Sead 23 es un USV con una eslora de casi siete metros (6,95 m), una manga de 2,3 metros y un calado de 1,2 metros. Cuenta con un sistema de propulsión waterjet y un motor de 240 cv diésel que permiten alcanzar una velocidad máxima de 33 nudos.
La firma del contrato está prevista en las próximas dos semanas, según recoge el anuncio de adjudicación al que ha tenido acceso Infodefensa.com. La empresa tiene 12 meses para el suministro del USV, tal y como recoge el plazo de ejecución de la licitación. La resolución también establece que el sistema será entregado en la base naval de Rota.
En los últimos años, la compañía ha afinado este USV en colaboración con la Armada. Seadrone ha desplegado el USV en hasta cinco buques (LHD Juan Carlos I, Castilla, Santa María, Audaz y Furor) y ha participado en una decena de ejercicios de la Armada (por ejemplo, Flotex) y también en las maniobras de la OTAN (Dynamic Messenger y Repmus) con vehículos no tripulados en aguas de Portugal.
Este mismo año, la Armada ha puesto a prueba las capacidades del Sead 23, embarcado en el LHD Juan Carlos I, en el despliegue del Grupo de Combate Expedicionario Dédalo en aguas del mar Báltico, durante el trascurso del ejercicio Baltops.
El USV está diseñado para operar en un amplio abanico de misiones desde reconocimiento de litoral y el fondo en desembarcos, batimetrías, escolta de buques, localización y seguimiento de blancos, lucha antisubmarina o despliegue de sensores. Para llevar a cabo estas operaciones, el vehículo, según la configuración, puede llevar sistemas optrónicos y radar e incluso armamento –ametralladora de 7,62 mm- o torpedo ligero.
Nuevo centro en Rota
Los drones se han convertido en pocos años en un medio fundamental en las operaciones militares, con multitud de aplicaciones, solo hay que echar un vistazo a la guerra en Ucrania. A la vista de su creciente protagonismo, la Armada ha decidido crear el Ceventa (Centro de Experimentación y Vehículo no Tripulados de la Armada) con la misión principal de evaluar todo tipo de sistema no tripulados diseñados por la industria y desarrollar toda la doctrina y procedimientos necesarios para su entrada en servicio.
La Armada ya cuenta con un USV (vehículo no tripulado de superficie) para ensayos y pruebas, el Kunai, diseñado por la firma española Utek en el marco del programa Coincidente. Además, están en servicio en las unidades algunos desarrollos de empresas también españolas como el UAV Airfox de Marine Instruments o el UUV Sparus de Iqua Robotics.