La Marina Real británica ha utilizado por primera vez su nuevo mini helicóptero no tripulado en una operación de lucha contra el tráfico de drogas a gran escala en Oriente Próximo. La aeronave, bautizada como Peregrine, fue lanzada desde la cubierta de vuelo de la fragata HMS Lancaster, desplegada actualmente en las proximidades del Golfo de Omán, en una misión de seguridad marítima a largo plazo, denominada Hash Highway, cuyo objetivo es la localización de contrabandistas y traficantes de sustancias estupefacientes.
Este dron de ala rotatoria, de apenas tres metros de largo, es capaz de realizar operaciones de hasta cinco horas de duración, más allá de la línea de visión (Bvlos), de día y de noche, mientras captura datos, realiza barridos de radar y captura imágenes de alta resolución, que son transmitidas en tiempo real a las pantallas ubicadas en la sala de control del buque de guerra. La Fuerza Naval británica asegura que "el dron es ideal para misiones de vigilancia largas y exigentes, preservando el helicóptero tripulado Wildcat de la Lancaster para realizar misiones de interdicción o ataque".
Acercando las operaciones MUM-T a la realidad
Durante las recientes pruebas en Oriente Próximo, el Escuadrón Aéreo Naval 700X, unidad de drones de la Royal Navy con base en el acuartelamiento RNAS Culdrose de Cornwall, operó el Peregrine simultáneamente con el Wildcat, con el fin de demostrar el potencial del trabajo colaborativo entre las aeronaves tripuladas y las no tripuladas.
"Las operaciones del Peregrine desde la fragata marcaron un hito clave en la evolución de la capacidad no tripulada de la Marina Real. Esto es solo el comienzo, ya que continuaremos desbloqueando la capacidad que cambia el juego con cada vuelo, obteniendo la ventaja sobre los contrabandistas y adversarios por igual", afirmó el comandante del HMS Lancaster, Sam Stephens.
Tecnología civil al servicio de las Fuerzas Armadas
Según ha explicado la Royal Navy en un comunicado oficial, el mini helicóptero es una variante específica del Schiebel S-100 en versión civil, pero equipado con tecnologías militares desarrolladas en el Reino Unido, entre las que destacan, principalmente, un radar y una cámara infrarroja/electroóptica que le da la capacidad de "ver" de noche y con poca visibilidad, mientras vuela sobre el océano a velocidades de hasta 125 millas por hora.
"El Peregrine no es la única mejora que ha recibido la veterana fragata", recalca la Fuerza Naval británica. En los últimos meses, la Fragata también se ha convertido en la primera embarcación del Océano Índico en equipar un sistema antidrones, un hito de especial importancia a la luz de los ataques de los rebeldes hutíes en el Mar Rojo y el Goflo de Adén. Asimismo, la Lancaster ha completado recientemente un extenso período de mantenimiento en Bahréin, en el que se han realizado mejoras en sus sistemas de armas y sensores y el reemplazo de uno de sus generadores diésel, abriendo una brecha en el casco a través de la que, después, se introdujo con una grúa el nuevo propulsor.
Para el comandante Stephens, "la integración de este multiplicador de fuerza en la fragata de Tipo 23 con mayor servicio operativo mientras está desplegada en operaciones es un logro significativo y solo el comienzo, ya que la Marina Real continuará desbloqueando nuevas capacidades, obteniendo una importante ventaja sobre los contrabandistas y otros adversarios".