La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) ha emitido un comunicado oficial recordando a los fabricantes de sistemas aéreos no tripulados la obligatoriedad de incluir etiquetas de identificación de clase C en sus productos. Desde el 1 de enero de 2024, tras un periodo de transición de tres años, las denominadas CIL son necesarias para que los drones puedan operar en escenarios estándar de la categoría abierta dentro de los Estados miembros de EASA, de conformidad con el Reglamento de Ejecución (UE) 2019/947 de la Comisión.
Los fabricantes deben utilizar estas etiquetas según lo dispuesto en el artículo 16 (2) del Reglamento Delegado (UE) 2019/945 de la Comisión y fijarlas de forma visible, legible e indeleble en sus drones o, en su caso, en cada accesorio, embalaje, manual o documento de matriculación. La reguladora europea ha recordado que "no se permiten etiquetas alternativas ni desviaciones en el aspecto o el tipo de letra, ni ninguna alteración del diseño de la misma o la fijación en un producto de marcas, signos o inscripciones que puedan inducir a error a terceros sobre el significado o la forma del CIL".
Este sistema de marcación de clases fue introducido inicialmente en virtud del Reglamento Delegado (UE) 2019/945 de la Comisión, que entró en vigor el 1 de julio de 2019; y se complementó posteriormente con el Reglamento Delegado (UE) 202/1058 de la Comisión, que lo modificó el 9 de agosto de 2020. EASA asegura que "la implementación completa de los CIL en los drones disponibles en el mercado ha sido gradual, ya que los fabricantes necesitaban tiempo para adaptar y etiquetar sus sistemas aéreos no tripulados.
Requisitos operacionales en categoría abierta a partir del 1 de enero de 2024. Firma: AESA
Desde el 1 de enero de 2024, la normativa requiere que los UAS comercializados para operar en la categoría abierta pertenezcan a ciertas clases: en la clase CO se utilizarán drones con una masa máxima de despegue (MTOM) de menos de 250 gramos; en la clase C1, las aeronaves tendrán una MTOM de menos de 900 gramos o con una fuerza de impacto menor a 80 julios; la clase C2 aglutina las operaciones con drones cuya MTOM es inferior a 4 kilogramos; las clases C3 y C4 permite operaciones con UAS cuya MTOM es inferior a 25 kilogramos. Además, cada una de las subcategorías (A1, A2 y A3) tienen unos requisitos operacionales y requisitos formativos para los pilotos propios, ambos de obligado cumplimiento.
Dentro de la categoría específica continúan existiendo dos escenarios estándar europeos: el STS-01, que comprende operaciones VLOS sobre una zona terrestre controlada en entorno poblado, con UAS que dispongan de marcado de clase C5; y STS-02, que agrupa operaciones Bvlos sobre una zona terrestre controlada en un entorno escasamente poblado, con UAS que dispongan de marcado de clase C6.