El pasado martes 25 de junio entró en vigor el nuevo Real Decreto 517/2024 por el que se desarrolla el régimen jurídico para la utilización civil de sistemas de aeronaves no tripuladas, que busca impulsar el sector de los drones en España y mejorar su competitividad a nivel europeo.
Esta nueva regulación es muy positiva y era necesaria, ya que el marco normativo nacional estaba ya muy desfasado en relación al europeo, lo que limitaba el desarrollo de ciertas aplicaciones y servicios de gran demanda, y que seguro ayudarán a aumentar la tasa de crecimiento de la industria de los drones.
El Real Decreto incluye un importante número de cambios, pero hay que destacar dos de gran relevancia. El primer cambio es que modifica la regulación para operaciones no EASA civiles (salvamento marítimo, lucha contra incendios, vigilancia de fronteras, etc.) y alinea la regulación nacional con la regulación actual europea. En segundo lugar, el RD completa el régimen jurídico que va a permitir el despliegue de U-Space en España, lo cual es un aspecto fundamental para la integración segura de los drones en las ciudades.
Este alineamiento entre las operaciones EASA y no EASA es una gran oportunidad para el sector y la industria española de drones. En primer lugar, permite poder utilizar el mismo UAS/dron tanto para operaciones EASA y no EASA, ganando de esta forma competitividad en el sector al poder aplicar los mismos productos a un mayor número de operaciones. El hecho de alinear la normativa nacional de operaciones no EASA con la europea abre un gran abanico de posibilidades, sobre todo en el desarrollo de productos que permitan su operación a larga distancia (BVLOS) que es uno de los elementos clave para que las soluciones basadas en drones sean realmente competitivas. Por otra parte, el despliegue de U-Space va a ser un habilitador necesario para el despliegue de servicios basados en drones en ciudades, como por ejemplo servicios de logística.
Además de todo ello, el RD también contempla mejoras en la zonificación que va a permitir ajustarla mejor a las necesidades del espacio aéreo haciendo un uso más flexible y óptimo de este. Por otra parte, esta normativa aporta un marco jurídico para establecer entidades designadas de formación para la categoría específica, lo cual va a impulsar la formación cualificada para cubrir la futura demanda de operadores y pilotos de drones para operaciones más complejas que las actuales, pero por supuesto que aportan un mayor valor añadido a los usuarios.
Por el contrario, uno de los puntos que quizá no contempla la normativa es el relacionado con la automatización y la inteligencia artificial (IA), ambos factores claves para el crecimiento del sector de los drones. Aunque el Real Decreto no tiene en cuenta estos aspectos directamente, sí que facilitará que los avances que se vayan consiguiendo a nivel europeo se puedan aplicar directamente en España, sobre todo en operaciones no EASA, lo cual es fundamental para conseguir desarrollar tecnologías y productos nacionales en este nicho con un alto impacto en el sector.
En definitiva, esta nueva regulación pone a España como uno de los países del mundo con la normativa de drones más avanzada. Es importante sacar provecho de esta ventaja lo más rápido posible y que los usuarios de operaciones no EASA demanden servicios de drones, como clientes lanzadores, que animen al sector a invertir ya que el momento de generar una industria potente nacional es ahora. Si no, existe el riesgo de perder el tren, y sería una pena, ya que, actualmente, España cuenta con todos los elementos para convertirse en un país líder en el sector dron.