El Aeropuerto Internacional Kortrijk-Wevelgem, ubicado en el municipio belga de Wevelgem, a menos de 100 kilómetros de Bruselas, está inmerso en un proceso de transformación integral con el que aspira a convertirse en referente internacional en la integración sostenible y segura de la tecnología de drones. Dentro de este proyecto, la gestora de la infraestructura ha elegido a la firma SkeyDrone, una empresa conjunta entre el proveedor belga de servicios de navegación aérea Skeyes y la operadora Brussels Airport Company, para desarrollar e implementar un sistema de detección, registro y coordinación de aeronaves no tripuladas, que permita el despliegue de operaciones seguras y eficientes en su espacio aéreo.
La iniciativa forma parte de los esfuerzos que la agencia provincial POM West-Vlaanderen está llevando a cabo con el objetivo de convertir a Flandes Occidental en “una de las mejores regiones de Bélgica para la innovación en el sector de los drones”. Para ello, además, tal y como señaló el presidente de la POM, Jean de Bethune, “la Agencia, junto con la compañía Vives y el Aeropuerto Ostende-Brujas, inauguró en el año 2023 el denominado Drone Dock, un centro de innovación y demostración para drones, cuya actividad se vio complementada con la firma de un acuerdo con Skeyes, destinado a permitir vuelos de UAS sobre el Mar del Norte y en el área del Aeropuerto de Wevelgem”.
De esta forma, el país está empezando a convertir sus aeródromos regionales en centros de drones avanzados. No obstante, este plan requiere de otros desarrollos y actuaciones, como, por ejemplo, la coordinación del tráfico aéreo tripulado y no tripulado, así como el mapeo de todos los vuelos autorizados y no autorizados en los espacios aéreos de las instalaciones, para mantener elevados niveles de seguridad. Por ello, según explicó Bethune, “SkeyDrone ha recibido el encargo de equipar el Aeropuerto Kortrijk-Wevelgem con una tecnología de detección de drones capaz de visualizar los vuelos y de ayudar a integrar estas aeronaves”.
Para el presidente de la POM, “los drones tienen muchas aplicaciones como, por ejemplo, la inspección y vigilancia de las pistas y otras infraestructuras”. Además, Bethune asegura que “existen oportunidades significativas en el Aeropuerto para desplegar operaciones con drones de mayor tamaño, que podrían aumentar en gran medida la eficiencia, seguridad y los procesos operativos de la instalación, tales como la distribución de piezas de repuesto urgentes”.
Para volar en esta región controlada, los operadores de drones deberán coordinar su operativa con Skeyes con antelación, a través de la herramienta creada por SkeyDrone. En palabras del director general de la firma, Hendrik-Jan Van Der Gucht, “esta solución de detección de drones supervisa, compara y procesa los datos del tráfico aéreo y las autorizaciones de vuelo, lo que permite distinguir entre vuelos autorizados y no autorizados, mejorando la seguridad en los espacios aéreos inferiores.
La compañía ya ha validado las capacidades del sistema en el Aeropuerto de Wevelgem, durante una prueba real realizada tras suspender temporalmente el tráfico aéreo tripulado. En el ensayo participó la empresa Dronprise, que voló un dron sobre y alrededor del aeródromo desde una plataforma de carga y lanzamiento automático. La ya mencionada Vives fue la encargada de operar la cámara de la aeronave de forma remota desde el Drone Dock situado en Ostende. Toda la actividad fue monitoreada en tiempo real desde la sala de control con el equipo de detección de SkeyDrone, que fue capaz de registrar y coordinar sin problemas todos los vuelos.
En un futuro próximo, el control del tráfico de los aeropuertos regionales flamencos se gestionará directamente desde una sola torre de control digital, en la que los controladores recibirán imágenes del aeropuerto a través de cámaras ubicadas en distintos mástiles exteriores. El director ejecutivo de Skeyes, Johan Decuyper, afirmó tras las pruebas de SkeyDrone que “desde 2016, el aeropuerto de Wevelgem y distintas compañías han unido fuerzas para el desarrollo de tecnologías de vanguardia y la ejecución de distintos avances como, por ejemplo, la integración del nuevo sistema de detección e identificación de drones, ya ubicado en la futura torre digital”. Todos estos progresos demuestran que “el aeropuerto está listo para enfrentar los desafíos de una infraestructura moderna y con una visión clara.