La compañía norteamericana Kraus Hamdani Aerospace, especializada en el desarrollo de UAS de ultra larga resistencia (ULE por sus siglas en inglés) impulsados por inteligencia artificial (IA), ha sido seleccionada por la Armada de los Estados Unidos para suministrar plataformas de despegue y aterrizaje vertical (VTOL) alimentadas por energía solar al Programa de Sistemas de Aviones no Tripulados Tácticos Pequeños (PMA 263).
El modelo elegido es el K1000ULE VTOL, un UAS cien por cien eléctrico que, según la clasificación de aeronaves no tripuladas del Departamento de Defensa (DoD), pertenece al denominado Grupo 2, al tener una masa máxima de despegue (MTOW) de entre 21 y 55 libras (9,5 y 24,95 kilogramos aproximadamente), operar a una altitud máxima de 3.500 pies AGL (1.065 metros) y volar a una velocidad de hasta 250 nudos (460 kilómetros por hora).
UAS eléctrico interconectado
Según Kraus Hamdani, el K1000 “proporciona la mayor resistencia en la categoría de aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical del Grupo 2 ”. Además, el dron destaca por ser capaz de compartir datos críticos entre las distintas plataformas que conforman la red a la que se conecta, permitiendo un reposicionamiento dinámico de activos según demanda, en función de las entradas que estén recibiendo los sensores sobre la situación del panorama operativo.
En base a su diseño, un solo operador puede controlar un enjambre de UAS de este modelo a través de una interfaz simple, identificando así áreas de cobertura específicas y desplegando el número correcto de sistemas para cumplir con los requisitos de cada misión. A pesar de su sencillez de uso, el piloto remoto mantiene total conciencia de la situación y puede reasignar cada aeronave, individualmente y en tiempo real, a medida que cambien los objetivos.
Mejora de las capacidades de la armada en operaciones ISR
La Armada de los Estados Unidos seleccionó la plataforma de Kraus Hamdani a raíz de su desempeño en un proceso integral de evaluación. Estas pruebas, realizadas en una instalación gubernamental, fueron supervisadas por expertos del Centro de Operaciones e Investigación UAS de la Universidad de Maryland.
En ellas se validaron distintas capacidades como, por ejemplo, la maniobrabilidad del sistema en ubicaciones no preparadas; la facilidad relativa al transporte de la aeronave y otros elementos; los requisitos de tripulación minimizados a un piloto y un operador de sensores; el nivel de ruido del UAS en operaciones encubiertas; la resistencia y el tiempo de vuelo extendido que asegura el fabricante; las capacidades VTOL para el despegue en escenarios donde no haya pistas convencionales; la durabilidad y la resistencia de los componentes en condiciones ambientales extremas; la efectividad de los sistemas y sensores en operaciones nocturnas; el cumplimiento del estándar Socom Modular Payload; el rango entre el sistema de comando y control, el operador y la aeronave; y el funcionamiento de la interfaz de vídeo de movimiento completo (FMV).
Los K1000ULE mejorarán las capacidades de la Armada en misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), permitiendo el despliegue de operaciones de manera simple, rápida y rentable. Además, la aeronave también mejorará las capacidades de comunicación de largo alcance, al ofrecer cobertura continua en entornos denegados o en disputa.