El Ejército de Tierra español está al frente de un programa para el desarrollo de un nuevo dron europeo de clase I -menos de 150 kg-, conocido por las siglas en inglés NGSR (Next Generation Small RPAS).
Este nuevo UAV aspira a ser un sistema multirol y multipropósito, capaz de operar sin necesidad de pista y con una tripulación reducida, aumentando por tanto su facilidad de despliegue y empleo en operaciones, explica desde el Ejército español a Infodefensa.com.
Estará orientado principalmente a satisfacer las necesidades operativas de las grandes unidades del Ejército de Tierra -nivel brigada y división-, sin descartar su posible empleo en el dominio marítimo y en beneficio de otras agencias y cuerpos de seguridad de los países participantes.
El proyecto fue aprobado en el Consejo de la Unión Europea aprobó el proyecto en la Decisión PCSD 2021/2008 de 16 de noviembre de 2021, en el marco de la Cooperación Estructurada Permanente (Pesco). A las primeras reuniones del programa, celebradas en Madrid en junio, acudieron representantes de Alemania, Portugal, Francia, Austria, Hungría y Países Bajos, así como de la Agencia de Defensa Europea, del Estado Mayor de la Unión Europea y de la industria de defensa española.
¿Qué misiones efectuará?
El RPAS estará preparado para efectuar principalmente misiones de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR), pero también podrá actuar en operaciones de adquisición de objetivos (targeting). Los requisitos operativos, actualmente en proceso de elaboración, podrían también abarcar capacidades relacionadas con CBRN -Nuclear, Radiológico, Biológico y Químico-, contra artefactos explosivos improvisados (C-IED) y también la posibilidad de ir armado.
Respecto, a los equipos llevará sensores y designador láser, comunicaciones y diferentes módulos en función de las cargas de pago cuyo desarrollo e integración se acuerde por las naciones.
Calendario: prototipo en 2026
“El proyecto es ambicioso en cuánto al calendario, y, por eso, el Ejército está impulsándolo dada la necesidad compartida con otros países y la conveniencia de no demorar los plazos”, subraya Tierra. La previsión es contar con un prototipo a lo largo de 2026, para realizar pruebas durante 2027 antes de su aceptación. El proyecto podría cerrar en 2028 si el desarrollo satisface las necesidades operativas.
La clave del éxito de un proyecto Pesco, subraya el Ejército, es la cooperación, que no en vano es lo que significan las dos últimas letras del acrónimo. Diferentes empresas de la industria española han manifestado interés y son conocedoras de la necesidad de establecer un consorcio industrial europeo.