Desde que en 2014 entró en vigor en nuestro país la Ley que regulaba el uso de aeronaves no tripuladas , más conocidas como drones, hemos ido comprobando como cada vez más y más se iba extendiendo su uso en distintas aplicaciones, siendo estas a día de hoy, innumerables.
Empezando por su uso más obvio, como cámara aerotransportada para uso cinematográfico, series de televisión, documentales, publicidad, etc, hasta su mucho menos conocido uso en investigación y experimentación, pasando por toda una gama de aplicaciones y utilidades en todos los sectores de la sociedad, los drones han llegado para quedarse.
Esto que a estas alturas todos tenemos más o menos claro, se verifica y concreta de forma muy clara en el sector de la seguridad, y más específicamente en la gestión de emergencias.
Drones en emergencias
Los usos que podemos dar a los drones durante la gestión de una situación de emergencia son muy diversos, y conforme vaya avanzando la legislación al respecto, iremos viendo más y más utilidades de los UAS en gestión de situaciones tales como riadas, terremotos, incendios, accidentes, migraciones, naufragios y un largo etcétera de ocasiones en las que hay que actuar rápida y eficazmente para reducir el número de víctimas o afectados al mínimo posible.
Esto -actuar rápida y eficazmente- sólo es posible mediante una adecuada formación y entrenamiento, porque de no ser así no se estarán aprovechando todas las capacidades del dron, limitándonos a su uso más básico como lo es el de poner una cámara en el aire.
Porque, bien, supongamos que nos limitamos a esto. Tenemos una emergencia, y ponemos una cámara en el aire. ¿Y ahora qué? ¿Hacemos fotos? ¿Grabamos un vídeo? ¿Qué hacemos con esas fotos o con ese vídeo? ¿Cuál es el objetivo que buscamos, y cómo lo conseguimos? ¿Están mis pilotos preparados para esto? ¿Cuándo debemos actuar, antes, durante o después de que vuelen los helicópteros? ¿Esperamos a que caiga la noche? ¿Qué hacemos durante la noche? ¿Y cómo lo hacemos? ¿Son las imágenes lo único que puedo obtener con el dron? ¿Qué más cosas podemos hacer con el dron durante la gestión de una emergencia?
Todas estas preguntas tendrían respuesta, es más, ni siquiera se plantearían de contar con una buena formación y entrenamiento en vuelo de sistemas UAS en este tipo de situaciones.
Vamos a hacer algunas consideraciones que podemos tomar en cuenta respecto de las preguntas planteadas, y que no son ni más ni menos que lo que se pregunta el personal de emergencias cuando tiene un dron en su Unidad y llega la hora de utilizarlo en una situación real.
Material audiovisual
Está claro que uno de los principales usos de los drones durante una emergencia es la obtención de material audiovisual que nos permita analizar una situación dada desde el aire.
Tanto la imagen obtenida en directo y transmitida al Puesto de Mando Avanzado (PMA) en tiempo real, como el material obtenido y posteriormente analizado en un ordenador instalado en un camión o en el mismo terreno, son de inmensa utilidad en la gestión de la emergencia. Pero no todas las imágenes son igual de útiles ni pueden obtenerse y ser procesadas de la misma forma.
Por ejemplo, durante la búsqueda de una persona en un bosque serán totalmente inútiles las imágenes obtenidas a base de simplemente sobrevolar la zona. Dependiendo de la configuración del terreno habrá que volar más alto o más bajo, obtener la imagen de forma cenital u oblicua, con determinado ángulo dependiendo de la hora del día y de las características del lugar, y, además, si se desea procesar las imágenes mediante algún software de los muchos que hay en el mercado, hay que tener en cuenta que las imágenes obtenidas de forma manual serán seguramente inservibles.
Todo esto consume baterías o combustible del dron, obviamente, pero lo más importante no es esto, lo más importante es que se consume tiempoy durante una emergencia tiempo es justamente lo que no tenemos.
Que un rescate se haga en diez minutos o en veinte, es de lo que puede depender la vida de una, de varias, o de muchas personas. En el mar el calor del cuerpo se pierde rápidamente y una persona puede morir de hipotermia en cuestión de minutos. En la montaña, y dependiendo de la constitución de la persona y de sus capacidades de supervivencia, este intervalo de tiempo puede ser de unas pocas horas.
Por eso las primeras horas de la emergencia son las más importantes, y por lo tanto se hace imprescindible el uso de una metodología de vuelo y de procesado de la información que permita actuar a los efectivos de emergencias de forma rápida y eficaz, sin vacilaciones, sin perder tiempo, y obteniendo lo máximo de lo que nos puede ofrecer el dron.
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