Thales probará su sonar pasivo omnidireccional en el demostrador de dron oceánico DDO de Naval Group

El conglomerado francés Thales Group, especializado en el desarrollo de sistemas de información y servicios para los mercados aeroespacial, de defensa y seguridad, ha obtenido un contrato de la compañía Naval Group, constructora de buques de superficie y submarinos, para probar su sonar pasivo omnidireccional, diseñado para ser montado en los cascos de las embarcaciones y funcionar de manera autónoma. Este acuerdo forma parte de un proyecto dirigido por la Dirección General de Defensa (DGA) de Francia, cuyo objetivo es desarrollar un demostrador UCUV (Unmanned Combat Underwater Vehicle) para ejecutar pruebas de concepto.

Respuesta operativa a las necesidades de guerra submarina

Tal y como ha explicado Thales en un comunicado, este sonar se configura como “un elemento tecnológico clave para la navegación segura y autónoma de vehículos de submarinos no tripulados extragrandes (XL-UUV)” y ayudará a “garantizar la seguridad de la navegación, proporcionando una imagen completa del entorno de la superficie”. El módulo que se integrará en el Démonstrateur Drone Océanique (DDO) de Naval Group constará de un conjunto panorámico cilíndrico y una unidad interna que albergará el software operativo, que garantizarán que el demostrador pueda ascender y emerger de forma segura”.

El programa permitirá al Ministerio de Defensa de Francia acceder a las tecnologías y sistemas más modernos, para alcanzar y mantener el dominio submarino en el teatro de operaciones. Se espera que estas nuevas tecnologías y capacidades tácticas proporcionen “una respuesta operativa eficaz a medio plazo para satisfacer las necesidades de guerra submarina y las nuevas formas de combate naval”.

Según el responsable del proyecto Unmanned Combat Underwater Vehicle (UCUV) de Thales, Marc Delorme, “el sonar omnidireccional montado en el casco es un componente clave del sistema de detección acústica del vehículo submarino no tripulado”. El experto explicó que “sus capacidades autónomas de detección, clasificación y localización se basarán en el procesamiento de señales de alto rendimiento, el análisis de datos y las funcionalidades de la inteligencia artificial”.

Avances en el campo de los sistemas aéreos no tripulados

Paralelamente, Thales continúa realizando importantes avances en el campo de los sistemas aéreos no tripulados. A finales del mes de junio, el conglomerado recibió el primer Informe de Verificación de Diseño (DVR por sus siglas en inglés) emitido por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) para operar UAS ligeros en escenarios de riesgo medio y nivel SAIL III. La obtención de este documento servirá a la compañía para fortalecer su posición en el mercado emergente de los drones civiles y permitirá, además, avanzar en el proceso de certificación del UAS100 en condiciones exigentes.

La francesa se ha convertido en la primera empresa a la que la Reguladora concede un DVR de este tipo para un sistema completo de drones, lo que demuestra, por un lado, el valor de la experiencia de la firma en aviónica y certificación combinada con capacidad de innovación al servicio de los UAS de tipo civil; y, por otro, se configura como un paso decisivo para desplegar operaciones con drones de largo alcance en Europa.

El estreno en este continente es el resultado de una estrecha cooperación con EASA a la hora de definir y validar los medios de cumplimiento de la Condición Especial de UAS Ligeros. Para lograr este avance, la solución utilizada en el proceso se basó en el módulo de aviónica Thales ScaleFlyt, integrado en el UAV AVEM 300, que también fue equipado con el piloto automático de seguridad crítica Cerbere.