La directora de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), Montserrat Mestres Domènech, ha participado como prescriptora de alto nivel en la primera sesión Spotlight de Unvex 2024. Durante su ponencia, Mestres ha destacado la importancia del evento para el sector y la comunidad de los drones, asegurando que esta tecnología “promete jugar un rol muy importante en la sociedad”.
Según la directora de la Agencia, en la última década, “España ha realizado importantes avances en el campo de los sistemas remotamente tripulados, sumando más de 100.000 operadores registrados el año pasado. Esto se debe, principalmente, al potencial de la industria y a su capacidad para evolucionar rápidamente, adaptándose a las necesidades del mercado civil y comercial, donde los drones se han convertido en “una herramienta indispensable para diversas aplicaciones, desde el monitoreo de cultivos, pasando por la construcción y hasta el apoyo en misiones de búsqueda y rescate".
Según Mestres, es fundamental que todos estos avances estén complementados por desarrollos en el ámbito regulatorio, donde AESA es pionera, no solo a nivel nacional, sino también nivel europeo. Desde 2020, la entidad ha hecho especial hincapié en clasificar riesgos y definir requisitos de actividad para alcanzar un estándar común de seguridad, que a día de hoy se sigue actualizando a medida que avanza la tecnología.
A nivel nacional, distintas entidades estarán trabajando en el desarrollo del denominado Real Decreto UAS, que, en palabras de la Directora, permitirá “operaciones más flexibles, con requisitos que complementarán la regulación europea, sobre todo en el ámbito de la zonificiación". Además, a partir de la publicación del cuerpo que regula la movilidad aérea innovadora, más conocida por las siglas IAM, la Agencia asegura que “será posible iniciar los procesos de certificación de sistemas en la categoría certificada y en la de alto riesgo”.
Mestres asegura que, a pesar de que la regulación es compleja, también destaca por ser flexible. En este contexto, la Directora de AESA asegura que “España está muy bien posicionada en el sector”, y cuenta, asimismo, con proyectos como los Centros de Excelencia de Drones, a través de los cuales se priorizan aspectos clave para la evolución de la industria, al mismo tiempo que se proponen medidas innovadoras que ayudan a fomentar nuevos desarrollos. Por otro lado, estos centros ejemplifican cómo la colaboración entre compañías, Universidades y Administración Pública es fundamental para “crear las bases que guiarán cómo se debe trabajar en el sector, tanto en el presente, como en el futuro”.
Otro de los puntos clave según Mestres es “impulsar la cooperación entre la sociedad civil y el ámbito militar para lograr sinergias que contribuyan a un beneficio común”. Destaca también la importancia de la colaboración internacional, “vital para armonizar la regulación”. Para ello, AESA trabaja codo con codo con EASA y otras entidades relacionadas con la aviación, compartiendo conocimiento y desarrollando estándares para el uso de drones a nivel global.
Tanto para Mestres, como para la Agencia, “la safety no es negociable y en el contexto dron es imprescindible mantenerla e impulsarla para minimizar el riesgo de accidentes”, asegurando la eficiencia operativa, la coexistencia con otras aeronaves y la aceptación social de estas nuevas tecnologías. Por ello, iniciativas como el U-Space están ganando una gran popularidad a nivel regulatorio, ya que permitirá la gestión automatizada de las operaciones a través de tecnologías de vanguardia como, por ejemplo sistemas de comunicación y navegación avanzada o mecanismos de detección y evitación (DAA por sus siglas en inglés).
Para lograr los niveles de interoperabilidad y seguridad buscados, Mestres ha recordado que es importante tener en cuenta desarrollos como la inteligencia artificial o nuevas cargas de pago, que expandirán las aplicaciones existentes. “Los drones no pararán”, afirma la Directora de AESA, que, al igual que la entidad a la que representa, está fuertemente comprometida con la innovación y con la adaptación de la regulación, con el fin de que la Agencia sea concebida como una aliada y no como un obstáculo.