En los últimos días, la guerra entre Ucrania y Rusia ha adquirido un nuevo escenario en el que entran los drones: Moscú. La ciudad ha recibido ataques que ha afectado a varios edificios residenciales. Las autoridades soviéticas aseguraron haber identificado hasta ocho UAV ucranianos, de los cuales, informan, cinco fueron derribados, aunque tres de ellos lograron impactar con infraestructuras en el suroeste de la capital.
Aunque Ucrania desmintió haber llevado a cabo la ofensiva, lo cierto es que son varias las fuentes que informan, incluso, sobre el modelo utilizado para los ataques. En este sentido, tal y como apunta The Guardian, entre los sistemas no tripulados que usó el país invadido se encuentra el UJ-22 Airborne. En cuanto al origen del lanzamiento, la misma publicación aclara que no se sabe con certeza si salió desde Ucrania o desde territorio ruso.
Esta no es la primera vez que el sistema entra en juego durante el conflicto armado. El pasado mes de marzo un dron UJ-22Airborne cayó a tan solo 112 kilómetros de Moscú. Esa fue la primera vez que un UAS se aproximaba tanto a la urbe. Tras el ataque de marzo, el gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobyov, emitió un comunicado sobre el incidente, en el que afirmaba que el avión no tripulado probablemente tenía como objetivo una "instalación de infraestructura civil".
Un dron pequeño de largo alcance
El UJ-22 Airborne es un dron fabricado por la empresa ucraniana Ukrjet. Se trata de un avión no tripulado con tren de aterrizaje triciclo fijo diseñado para despegar y aterrizar en una pista convencional. Su alcance depende de la carga transportada y puede llegar a un máximo de 800 kilómetros, una distancia que sería suficiente para que el UAV pueda ser desplegado desde territorio ucraniano, cercano a la frontera, apuntando a Moscú como objetivo.
Por lo que respeta a su autonomía, puede estar en el aire durante siete horas, según apunta el fabricante. Cuando se utiliza con objetivos a larga distancia, el dron puede llegar a un lugar designado mediante un plan de vuelo previamente planificado. Cuando se maneja mediante un operador directo, sus enlaces de comunicación hacen que este deba estar a menos de 100 kilómetros del aparato.
Por lo que respecta a su velocidad, el UAS puede volar a un máximo de 200 kilómetros por hora y alcanzar una altitud máxima de 5.000 metros. Su longitud es de 3,7 metros y su envergadura llega a los 4.2 metros, lo que responde a un sistema de tamaño pequeño. La publicación Special-ops explica que puede transportar una carga útil de hasta 20 kilos, con "diversas municiones, como bombas, minas u otras armas". Concretamente, aseguran, puede cargar "cuatro minas de mortero de 82 mm o hasta seis municiones PG-7VM del lanzacohetes antitanque RPG-7".
El UAV está capacitado para transportar la mencionada munición, pero también cuenta con otras funciones. Tal y como también indica Special-ops, la aeronave no tripulada dispone de cámaras y sistemas de comunicación avanzados que permiten llevar a cabo misiones de reconocimiento y vigilancia.