El Ejército de EEUU ha adquirido 15 sistemas antidrones a la compañía SRC para hacer frente a la amenaza de sistemas “pequeños que vuelen a baja altura y poca velocidad”, según indicó el Pentágono en un comunicado el pasado 31 de enero.
El contrato, valorado en 61 millones de euros (65 millones de dólares), incluye el desarrollo, la fabricación, la integración de sensores, la distribución, el despliegue y el mantenimiento de estos equipos.
Los trabajos, que serán realizados en Nueva York, estarán terminados para el 30 de enero de 2018, según la estimación del Pentágono, que indicó que la oferta de SRC fue la única recibida en la licitación.
Como resultado de este contrato y otras adjudicaciones recientes, esta empresa neoyorquina contratará a más de 50 ingenieros, según la nota de prensa de la propia compañía.
Al ser preguntado por el contrato, el presidente de SRC, Paul Tremont, aseguró que "estamos orgullosos de establecer una colaboración con el Ejército para suministrarles tecnología crucial que defenderá frente a amenazas en permanente evolución como los drones pequeños”.
La firma ya posee un sistema anti drones, que describe como de “probada eficacia”: el Silent Archer. El mecanismo es capaz de “detectar, seguir, clasificar e identificar” dispositivos que representan un peligro. A continuación emplea métodos como la “saturación de la comunicación entre el operador y el dron” para neutralizarlos.
SRC se define como una “corporación de investigación y desarrollo independiente y sin ánimo de lucro con actividad en los ámbitos de la defensa, el medio ambiente y la inteligencia”. Entre sus clientes se hallan el Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia de Protección Ambiental de EEUU.
Imagen: Departamento de Defensa de EEUU