Zala Aero, empresa del consorcio ruso Kaláshnikov, después de que el Ministerio de Defensa ruso aprobara el diseño técnico de los drones kamikaze Lancet, ha confirmado que ya ha finalizado las pruebas estatales de su dron, según informa el diario Russia Beyond.
Se trata de una aeronave con un misil incorporado diseñado para autodestruirse por completo al impactar contra un objetivo. Una de las ventajas del avión no tripulado es que puede permanecer en el aire durante un largo período de tiempo a la espera de que se localice el objetivo. Una vez detectado, el dron puede desplazarse inmediatamente y atacar el blanco como un misil guiado aire-tierra, autodestruyéndose en el proceso.
Estos drones son capaces de transportar una ojiva de ataque de hasta tres kilogramos y tienen un tiempo de vuelo de hasta 30 minutos. Cuando ataca a su objetivo, el dron queda completamente destruido, según informan fuentes de la compañía.
El dron ya ha sido probado en combates de guerras reales, como en Siria durante el año 2019.
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