La Unidad de Innovación (DIU) del Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DoD) y el Ministerio de Defensa de Singapur han lanzado recientemente un reto conjunto, cuyo objetivo es identificar nuevas tecnologías de comunicaciones para sistemas aéreos no tripulados, así como equipos antidrón (C-UAS) de vanguardia. Según han explicado las entidades, "el desafío consiste en dos oportunidades para localizar y ampliar la escala de soluciones de doble uso para distintas demandas operativas", entre las que destaca, por ejemplo, ayudar a barcos que operan cerca de la costa a detectar, rastrear, identificar e interrumpir drones no autorizados; o proporcionar enlaces resilientes con pequeños UAS comerciales durante misiones de asistencia humanitaria y socorro en caso de desastre (HADR por sus siglas en inglés).
La colaboración surge de un memorando de entendimiento (MoU) suscrito el pasado mes de mayo por el científico jefe de Defensa del Ministerio singapurense, Tan Peng Yam y el Director de la DIU y asesor superior del Secretario de Defensa americano, Doug Beck. La finalidad del acuerdo es establecer un camino para lograr una mayor colaboración binacional, destinada a adoptar y ampliar tecnologías comerciales que resuelvan los desafíos operativos que enfrentan ambos ejércitos.
Fuentes de la Unidad de Innovación han asegurado que el Mou se centrará específicamente en el compromiso que ambos países mantienen por conseguir una región del Indopacífico segura, libre y abierta, demostrando, al mismo tiempo, "el deseo de contar con una capacidad de lucha contra drones con el potencial de disuadir los intentos de utilizarlos para actos de agresión, así como de contar con una capacidad de comunicaciones entre los pequeños drones comerciales y sus operadores".
El desafío tendrá una duración total de 12 semanas y, una vez terminado, los participantes habrán desarrollado y demostrado conceptos para múltiples soluciones C-UAS con el potencial de satisfacer las necesidades de los ejércitos de Estados Unidos y Singapur. Estas soluciones "serán capaces de notificar a los operadores cuando detecten una aeronave no tripulada, interrumpiendo de forma segura su avance en el caso de no estar autorizadas, mientras operan en un entorno tropical y marítimo a bordo de un barco". También tendrán que tener "un alcance de más de 1 kilómetro, un tiempo de respuesta de menos de un minuto y requerirán de un mínimo esfuerzo humano para operar".
"Estamos orgullosos de contribuir al esfuerzo estratégicamente importante de profundizar la cooperación bilateral con Singapur en apoyo de un Indopacífico libre y abierto, y esperamos trabajar con nuestros nuevos socios para ofrecer soluciones concretas que aborden el apremiante desafío de seguridad que suponen los drones no autorizados, así como un apoyo fundamental para la asistencia humanitaria y el socorro en casos de desastre", subrayó el director de la DIU, Doug Beck.