La compañía estadounidense Anduril Industries, especializada en el desarrollo de nuevas tecnologías de defensa, ha lanzado al mercado una nueva gama de vehículos aéreos autónomos (AAV) desechables, definidos por software y preparados para ofrecer una producción asequible y a gran escala. Denominada Barracuda, esta nueva familia de drones está compuesta por tres modelos - Barracuda 100, Barracuda 250 y Barracuda 500 – con distinto tamaño, alcance y capacidad de carga, diseñados para llevar a cabo una amplia variedad de misiones, así como para proporcionar a los combatientes capacidades adaptables y actualizables para hacer frente a las amenazas en evolución.
Los tres modelos de la gama también pueden ser adquiridos en la variante M, una configuración que convierte a los Barracuda en misiles de crucero asequibles, producibles y disponibles. El objetivo del fabricante con este nuevo lanzamiento es “reconstruir el arsenal estadounidense de municiones guiadas con sistemas altamente precisos”. “Los Barracuda 100M, 250M y 500M son los misiles de crucero más fáciles de fabricar en el mercado actual. Un solo Barracuda requiere un 50% menos de tiempo para producirse, un 95% menos de herramientas y un 50% menos de piezas que las soluciones de la competencia. Como resultado, estos AAV son un 30% más baratas en promedio que las alternativas, lo que permito un empleo masivo y asequible a gran escala”, explican fuentes de Anduril.
Fabricación simple y rápida para aportar “masa de combate”
Los Barracuda han sido diseñados para hacer posible una fabricación rápida y sencilla, logrando así aportar “masa de combate” en tiempo récord, siguiendo el ritmo de la amenaza y duplicando cifras en el caso de un aumento inesperado de la demanda. El montaje de una unidad de la gama solo requiere de diez herramientas básicas, con lo que se logra que tanto las líneas de producción existentes como las nuevas puedan ponerse en marcha a gran escala rápidamente.
“La simplicidad del proceso de diseño y fabricación del Barracuda tiene un beneficio adicional: el sistema puede ser producido por la amplia fuerza de trabajo de la industria automotriz comercial y de la electrónica de consumo, en lugar de depender exclusivamente de la fuerza de trabajo de fabricación específica para defensa, mucho más pequeña, sobrecargada y altamente especializada, necesaria para producir las soluciones existentes”, asegura la estadounidense.
Barracuda 100. Firma: Anduril Industries
Una base común para tres variantes distintas
Cada variante de la familia Barracuda se compone por múltiples subsistemas comunes, con el fin de permitir que los misiles se puedan optimizar rápidamente en función de las necesidades operativas. Los componentes se pueden cambiar rápidamente y en tiempo real en las líneas de producción a medida que las amenazas evolucionan y surgen nuevas tecnologías, proporcionando así a los combatientes la agilidad necesaria para adaptarse a la velocidad de la misión. “A diferencia de las soluciones existentes que aprovechan las frágiles cadenas de suministro específicas de la defensa, los subsistemas de Barracuda están compuestos de componentes derivados comercialmente y ampliamente disponibles que proporcionan resiliencia, redundancia y capacidad de respuesta ante emergencias en la cadena de suministro”.
Los Barracuda se pueden lanzar desde una amplia variedad de plataformas aéreas, terrestres o marítimas, ya que son compatibles con las bahías de armas internas de la mayoría de cazas de quinta generación, con los rieles externos de las aeronaves de ala fija y rotatoria de cuarta generación, con lanzadores de tipo MFOM y tubos de lanzamiento comunes o CLT, con buques de superficie y empleando sistemas de paletizado desde aeronaves de transporte de gran envergadura.
Software para comportamientos autónomos y colaborativos
Anduril afirma que “el software es lo que diferencia el rendimiento de los Barracuda”. Estos AAV están impulsados por el sistema de desarrollo propio Lattice for Mission Autonomy, que habilita comportamientos autónomos y colaborativos, desbloqueando, al mismo tiempo, nuevos conceptos de uso que aumentan la capacidad de supervivencia y la eficacia contra grandes conjuntos de objetivos en entornos disputados.
Además, “como plataforma definida por software y habilitada por hardware, el rendimiento y los comportamientos de Barracuda se pueden actualizar de forma rápida y continua para cumplir con los requisitos cambiantes de la misión a la velocidad de la relevancia, a diferencia de los misiles de crucero existentes que requieren meses o años para actualizarse”.