El Lancet-3 ruso esquiva y destruye sistemas de defensa ucranianos

El Lancet-3 es uno de los sistemas que continúa dando problemas a Ucrania para defender los ataques rusos. El dron, que fue catalogado como 'inmune' por parte de Rusia, ha aparecido en varios vídeos que circulan por redes destruyendo infraestructuras ucranianas. Entre los ataques, destaca la explosión de un moderno sistema de defensa aérea del país invadido.

Las ofensivas se producen en un contexto en el que los drones están siendo una pieza fundamental en la guerra. Según el Ejército ucraniano, el último ataque masivo de los soviéticos con UAS fue prácticamente neutralizado, puesto que se habrían derribado 58 de los 59 Shahed 136 (sistemas Kamikaze) que trataron de atentar, especialmente, en Kiev. De hecho, el Ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, señaló la acción como un fracaso de su enemigo. "Kiev sobrevivió a uno de los mayores ataques aéreos rusos desde el comienzo de la guerra. Han fallado una vez más. Kiev se mantiene firme", escribió en sus redes sociales.

Sin embargo, la eficacia de las defensas ante los Lancet-3 podría ser un problema, según algunos expertos. El consultor francés en riesgos internacionales, Stéphane Audrand, tras compartir el vídeo de un ataque del UAS, afirmó que estos sistemas pueden suponer una amenaza a tener en cuenta. "Si los Lancet-3 logran desgastar la artillería ucraniana y DSA, esto podría ser un problema real para la ofensiva que se avecina. Creemos que las contramedidas no son fáciles de llevar a cabo por el momento", explicó.

Pequeños y efectivos

Con una envergadura de apenas 1,60 metros y 12 kilos de peso máximo en despegue, el Lancet-3 es un dron ligero. Cabe destacar que sus dimensiones permiten transportar varios aparatos a la vez a través de vehículos terrestres.

La aeronave se lanza a través de un sistema de catapulta montado en rieles, capaz de golpear objetivos a una distancia de 40 kilómetros, cargando tres kilos de explosivos. Además, cuenta con una tecnología antiláser para esquivar los sistemas antidron.

Un informe de Oryx que publicó Forbes recogió datos sobre la efectividad de estos drones. En este, aparece que el Ejército ruso habría probado con un total de 90 ataques a través de Lancet-3 desde junio, cuando se empezaron a utilizar, hasta noviembre de 2022. De estas ofensivas, 20 fueron fallidas, mientras que 70 alcanzaron su objetivo, que comprendían, entre otros, tanques M109, sistemas de defensa aérea S-300 o el navío artillero Gyurza-M Class.

El UAV está fabricado por la empresa ZALA Aereo Group, que pertenece al consorcio Kaláshnikov. Aunque Rusia lo está utilizando, principalmente, en tareas de ataque. El sistema no tripulado está capacitado para realizar misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR).

Con una composición de cuatro alas y una hélice en la parte trasera, el Lancet-3 vuela a una velocidad entre 80 y 110 kilómetros por hora, aunque puede alcanzar un máximo de 300 km/h cuando se utiliza para interceptar otro dron durante un vuelo o si necesita acelerar para dar con un objetivo en tierra. Estas cualidades las puede desarrollar hasta a 5.000 metros de altura y durante 40 minutos, que es su autonomía estimada.