El pasado 5 de julio Venezuela mostró por primera vez distintos sistemas de combate iraníes que se ensamblan en el país latinoamericano desde hace meses. El material pudo verse en el gran desfile militar que se celebró en Caracas con motivo del Día de la Independencia. Entre estos sistemas destacaron dos modelos de drones y un lanzador de cohetes.
Entre las aeronaves no tripuladas estaba la conocida inicialmente con el nombre de Mohajer-2, rebautizada ahora como Antonio José de Sucre-100 (ANSU-100). Se trata de drones que fueron modernizados y artillados en Venezuela por la Empresa Aeronáutica Nacional, S.A. (Eansa), la filial de Conviasa dedicada a la fabricación de aeronaves.
El Mohajer-2 tiene un sistema de piloto automático que puede mantener la velocidad, la altitud y la estabilidad en vuelo. El sistema puede controlar el rumbo de la aeronave a través de puntos de referencia o también puede hacerse en tiempo real desde una estación de control en tierra. Estos drones tienen capacidad anticarro y antipersona.
Otro de los modelos que se pudieron ver fue el Antonio José de Sucre-200 (ANSU-200), fabricado también en Venezuela con soporte iraní. Además, se expusieron lanzadores de cohetes de 107 Fadjr-1 iraníes sobre vehículos Tiuna y lanchas rápidas.
Las sospechas de Israel
Hace unos meses, concretamente el pasado febrero, Israel acusó a Irán de armar drones suministrados a Venezuela con municiones de precisión. Los dos países, miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y enfrentados desde hace tiempo con EEUU, también cooperan en la exportación de petróleo.
El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, explicó a principios de este año durante una reunión con líderes judíos y estadounidenses, que sus evaluaciones mostraban “que se están entregando PGM (municiones guiadas de precisión) iraníes para estos UAV y otros modelos similares”.
Irán negó haber suministrado drones militares a ninguno de sus aliados, tratar de fabricar armas nucleares o apoyar el terrorismo.
Israel apoyó la salida en 2018 de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán y, ahora que Washington participa en las negociaciones para reactivar el pacto, ha pedido cautela.