Un equipo de ingenieros de BAE Systems Australia, subsidiaria del conglomerado BAE Systems especializada en los mercados de la seguridad, la logística y la integración de sistemas, ha puesto a prueba por primera vez las capacidades de despegue y aterrizaje vertical (VTOL por sus siglas en inglés) del Strix. Este nuevo dron multidominio y multifunción ha sido diseñado por el contratista internacional de defensa para realizar una amplia variedad de misiones autónomas desde pistas y entornos no preparados, incluyendo ataques aire-tierra y operaciones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR).
La división australiana del gigante británico asegura que este desarrollo "permitirá que las tripulaciones humanas no tengan que trabajar en condiciones arduas o peligrosas y permitirá, además, que el personal capacitado se concentre en lo que más necesita". Todas las pruebas se llevaron a cabo de forma totalmente autónoma, con un piloto remoto que supervisaba la seguridad sin intervenir en el vuelo, para el que se construyó un prototipo eléctrico a escala, con el fin de acelerar los ensayos y reducir el riesgo del programa.
El Strix fue presentado durante el Salón Aeronáutico de Avalon en el año 2023, pasando de la fase conceptual a la operativa en menos de dos años y demostrando la capacidad de BAE Systems Australia para ofrecer rápidamente investigación y desarrollo de soluciones disruptivas. El dron se basa en tecnologías probadas, incluidas las que equipan el resto de sistemas autónomos de BAE Systems, así como el trabajo del conglomerado en el programa M113 OCCV del Ejército Australiano y el programa de desarrollo del MQ-28 Ghost Bat para la Real Fuerza Aérea Australiana.
El prototipo de Strix integra aeroestructuras compuestas y una configuración única de "cuerpo inclinado", desarrollada a través de una colaboración con la firma Innovaero. El dron se comercializa a clientes internacionales y locales y su fabricante asegura que continuará perfeccionando su diseño a través de asociaciones con la industria y atentiendo a los requisitos de los socios del proyecto.
En los próximos meses, el foco del programa se trasladará a pruebas de la estructura del sistema de propulsión híbrido-eléctrico, que se ha desarrollado en paralelo con la aeronave de prueba.
"Este hito del programa destaca el ingenio y la capacidad de los ingenieros australianos de clase mundial y cumple con nuestra prueba de concepto a un ritmo rápido. Se lograron los principales objetivos de las pruebas de vuelo, incluido el control seguro y autónomo de una configuración de aeronave VTOL totalmente nueva, nunca antes utilizada en la historia de la aviación", explicó el director general de la unidad de negocios de Entrega de Defensa de BAE Australia, Andrew Gresham.