El Canal de Isabel II, empresa pública encargada de la gestión del ciclo del agua en la Comunidad de Madrid, ha incorporado drones y modelos de autoguiado impulsados por inteligencia artificial (IA) en las operaciones de inspección y mantenimiento de la red de alcantarillado. El objetivo de la compañía es detectar posibles deficiencias de manera precoz, aprovechando las ventajas que ofrecen estos desarrollos a la hora de escanear y revisar el estado de los colectores visitables y otras galerías subterráneas o poco accesibles, evitando, además, que los operarios tengan que recorrer a pie estas instalaciones.
“La red de alcantarillado de la Comunidad de Madrid es un sinuoso recorrido de arterias, galerías y colectores que supera los 16.000 kilómetros de longitud. La gran mayoría son de reducido tamaño y sólo pueden examinarse mediante robots controlados remotamente desde la superficie, pero hay unos 2.500 kilómetros de conducciones que sí tienen las dimensiones suficientes como para que los operarios de la empresa pública puedan recorrerlos y revisarlos. Estos son los llamados colectores visitables, galerías subterráneas con un tamaño suficiente para que pueda acceder una persona, pero no por ello fáciles o agradables de recorrer. Son resbaladizos, con accesos complicados, pueden acumular gases nocivos y, por supuesto, no hay luz en ellos. Las inspecciones presenciales suponen riesgos para el personal”, explican fuentes del Canal.
Teniendo en cuenta esta coyuntura, hace ya varios años, la compañía comenzó a gestar la idea de desarrollar drones autoguiados capaces de realizar estos exámenes. Dado que en el mercado no existían equipos adaptados a las condiciones particulares necesarias para ejecutar estas operaciones, la empresa puso en marcha un “procedimiento de compra pública precomercial”, destinado a encontrar la tecnología más adecuada. A lo largo de cinco años, el Canal examinó diferentes propuestas y prototipos, mientras avanzaba en el desarrollo del “dron definitivo; un equipo autónomo, autopilotado, robusto y estable, que proporciona imágenes de alta calidad del alcantarillado y que se continúa mejorando en cuanto autonomía, fiabilidad y prestaciones”.
El sistema final está preparado para realizar misiones de forma autónoma, mientras esquiva los obstáculos que se encuentra por el camino. Durante el vuelo, es capaz de capturar imágenes de alta resolución, que son analizadas posteriormente por expertos en busca de defectos y obstrucciones en la red. Al visualizar estas grabaciones, los programas basados en IA aportan resultados automatizados, objetivos y fiables, generando informes sobre el estado de las conducciones e, incluso, reflejando las actuaciones correctivas necesarias en cada tramo. De esta forma, la aeronave realiza el trabajo de una manera mucho más eficiente, midiendo fisuras o cambios con una precisión milimétrica. La combinación de los datos de los informes con los recursos audiovisuales firmados por el dron, que también genera una nube de puntos del recorrido, ahorra tiempo, optimiza los costes, logra estandarizar en análisis de los desperfectos y elimina los riesgos laborales del personal.
Además de inspecciones de la red de saneamiento de la Comunidad de Madrid, el Canal de Isabel II también está utilizando esta tecnología para inspeccionar otras infraestructuras de abastecimiento como, por ejemplo, las canalizaciones que salen de las presas o galerías de servicio. Tal y como afirma la empresa, “en todos los casos, el resultado es el mismo: más precisión en los resultados, más rapidez a la hora de detectar fallos y, sobre todo, más seguridad y salud para los trabajadores”.