A continuación puede leer las primeras líneas de uno de los últimos reportajes publicados por Infodefensa.com en el diario La Razón, una colaboración que ya tiene casi cinco años.
En la sociedad hiperconectada actual, donde las nuevas tecnologías digitales tienen un gran impacto transversal en un amplio abanico de sectores, los sistemas aéreos no tripulados, más conocidos como drones, se han convertido en una herramienta indispensable. Esto ha ocurrido no solo en el ámbito militar donde proporcionan capacidades estratégicas y operacionales sin precedentes, sino también en el civil, ya sea para aplicaciones profesionales, en constante evolución, o recreativas, una práctica que, al igual que ocurrió con el aeromodelismo, cada día tiene atrae un mayor número de personas.
Sin embargo, cuando esta tecnología cae en las manos equivocadas, puede representar un potencial peligro para la seguridad, por lo que, ante este desafío, los sistemas antidrón o C-UAS (Counter-Unmanned Aircraft Systems), han emergido como guardianes calificados para detectar, rastrear y neutralizar los dispositivos que no hayan sido autorizados a volar en un determinado espacio aéreo. Estas soluciones representan un pilar fundamental para la defensa moderna, protegiendo infraestructuras críticas, eventos masivos y otros puntos críticos frente a posibles ataques aéreos no convencionales. En este contexto, la necesidad de una respuesta rápida y efectiva nunca ha sido tan crucial.
España está marcando la pauta en el desarrollo de sistemas antidrón de vanguardia, diseñados para reforzar la seguridad de los dos Ejércitos y la Armada, así como para captar la atención de los mercados globales. Diferentes empresas y centros de investigación están empleando todos los recursos que tienen a su disposición en la creación de tecnologías C-UAS Made in Spain, capaces de defender el territorio nacional, a la vez que trascienden fronteras y exportan seguridad a otros países. Desde contramedidas cinéticas, pasando por cámaras optrónicas de largo alcance y mecanismos de interferencia de señales, España se está consolidando como un importante líder de defensa, demostrando que la innovación y la seguridad pueden avanzar de la mano con éxito.