Renfe ha contratado un servicio de vigilancia con drones para aumentar la seguridad de sus líneas ferroviarias. El contrato contará con una inversión de 3,5 millones de euros y contempla la realización de 76.720 horas de vuelo.
Esta iniciativa es complementaria a los servicios de seguridad actuales y será dinámica, ya que se podrá operar en todo el territorio nacional. Los objetivos son ejercer un carácter disuasorio sobre todas aquellas actividades que puedan generar un riesgo para los usuarios, activos o personal de Renfe, y detectar de manera temprana a través de la captación de imágenes a los autores de dichas actuaciones en caso de producirse.
La empresa estatal contará con cámaras de grabación permanente que permitirán una adecuada detección de las diferentes circunstancias de riesgo, así como la identificación de personas y de placas de matrícula de vehículos en cualquier condición de visibilidad, ya que en caso de malas condiciones de iluminación, los equipos contarán con cámaras térmicas.
Las unidades móviles aéreas estarán operadas por pilotos de drones certificados que serán a su vez vigilantes de seguridad. Dispondrán de todo el equipamiento necesario para permitir su operación de forma continuada durante todo el día si fuera necesario. El servicio está especialmente diseñado para permitir la operación en la proximidad a zonas residenciales, mediante el uso de drones de baja emisión acústica.
Esta iniciativa, impulsada por el área de Seguridad Corporativa de Renfe, que se ha desarrollado tras la realización de varias pruebas piloto con resultados satisfactorios, se alinea con los objetivos del Plan Estratégico de la compañía, donde se aboga por la utilización de la última tecnología en la prestación de los servicios.