La Administración de Seguridad en el Transporte de los Estados Unidos, más conocida como TSA, ha desplegado por primera vez sistemas de aeronaves no tripuladas de pequeño tamaño (sUAS por sus siglas en inglés) para vigilar el espacio aéreo de aeropuertos internacionales. En colaboración con la Unidad de Evaluación de UAS del Servicio de Aplicación de la Ley y Alguaciles Aéreos Federales (LE/FAMS), la Agencia perteneciente al Departamento de Seguridad Nacional llevó a cabo las primeras pruebas en el Aeropuerto Internacional de San Francisco, utilizando plataformas X10 de la firma Skydio para analizar la amenaza que supone el uso indebido de esta tecnología en zonas segregadas donde operan aeronaves comerciales.
Actualmente, la TSA, dentro de su misión de proteger los sistemas de transporte estadounidenses, se enfrenta a una serie de desafíos clave asociados con los UAS. Incidentes como la incursión en el espacio aéreo en diciembre de 2018 en el aeropuerto británico de Gatwick o la interrupción del tráfico en el Aeropuerto Internacional de San Juan a principios del pasado 2024 resaltan el grave problema que los sistemas aéreos no tripulados que vuelan de forma ilícita pueden tener en la aviación y en otro tipo de operaciones de vuelo.
Por ello, tal y como explicó durante las recientes pruebas el asistente supervisor del mariscal aéreo a cargo de los ensayos, Jason Goff, "los sUAS desplegados por la TSA respaldan las evaluaciones visuales al proporcionar evidencias fotográficas de la linea de visión y las posibles trayectorias de taque desde las alturas". Además, según el experto, "evaluaciones como esta permiten demostrar las capacidades de los drones de pequeño tamaño para realizar observaciones aéreas a gran altura de las operaciones del aeropuerto, que sirven para verificar posibles ubicaciones viables para ataques por parte de pilotos que vuelan con fines perjudiciales".
La La Administración de Seguridad en el Transporte establece continuamente nuevas asociaciones con otras agencias federales, estatales, locales y territoriales, además de con la industria de la aviación, con el objetivo de desarrollar conjuntamente políticas y procedimientos de respuesta a amenazas dron. Además, para la Unidad LE/FAMS, el uso de estas herramientas también ayuda a crear oportunidades de divulgación y determina cómo las comunidades responden a los informes sobre el uso de aeronaves no tripuladas.
En palabras del alguacil supervisor de la operación, Ty Fletcher, "dado que un incidente con UAS puede desarrollarse muy rápidamente y sin previo aviso, la mejor medida es localizar al operador y poner fin a la interrupción. Para ello, es fundamental identificar de antemano los posibles sitios de lanzamiento de UAS para que las partes interesadas del aeropuerto puedan notificar a las autoridades si no hay soluciones técnicas disponibles".
Fletcher también aseguró que los operadores de drones comerciales de bajo coste, que son muy accesibles y están listos para volar con una configuración mínima, pueden dañar intencional o involuntariamente el sistema de transporte, en particular en los aeropuertos: "los UAS también representan una amenaza potencial para los sistemas de transporte terrestre y otros. El transporte terrestre presenta un entorno particularmente desafiante para detectar y mitigar los UAS. La naturaleza extensa de los derechos de paso de los ferrocarriles, las autopistas, los oleoductos y la industria del transporte ferroviario dificultan la supervisión".
Desde la División de Programas de Vuelo de LE/FAMS, su director ejecutivo, Serge Potapov, recalcó que los X10 de Skydio son drones fabricados en los Estados Unidos, reforzados cibernéticamente y autorizados para su uso a través del programa Blue UAS, creado por el Departamento de Defensa (DoD) para identificar y validar drones para usos gubernamentales. "Al lanzar nuestra misión inaugural con sUAS, estamos dando un paso importante hacia la revolución de las herramientas disponibles para proteger al público viajero. Estas capacidades de vanguardia nos permiten mejorar el conocimiento de la situación, responder de manera más eficaz a las amenazas cambiantes y mantener el compromiso de la TSA con la seguridad. Esta misión marca solo el comienzo, ya que nuestro objetivo es expandir el uso de esta tecnología innovadora en todas nuestras oficinas de campo para fortalecer aún más el papel fundamental del Servicio Federal de Alguaciles Aéreos en la protección de los sistemas de transporte de nuestra nación", añadió Potapov.