Un equipo de científicos e investigadores de la Universidad de Southampton está poniendo a preba un dron equipado con su propio "sistema nervioso" de fibra óptica, diseñado para reducir la frecuencia de los aterrizajes de inspección y permanecer de esta forma durante más tiempo en el aire. Según han explicado sus creadores, la solución hace que los sistemas aéreos no tripulados sean más eficientes al permittir el monitoreo constante de su salud estructural "al igual que hacen los nervios del cierpo humano".
El desarrollo se implementará, principalmente, en drones de carga, que deben efectuar periódicamente paradas para que sus técnicos realicen controles de seguridad manuales, lo que limita su uso y puede aumentar los costes operativos. "El módulo es una especie de sistema nervioso para drones, que envía información en tiempo real utilizando luz en lugar de electricidad, lo que evita los problemas que tienen los sistemas electrónicos con la interferencia de las frecuencias de radio", explicó el investigador y doctor Chris Holmes.
Los "nervios" utilizan una técnica llamada "moteado óptico", que proyecta imágenes específicas dependiento de lo que siente el sistema de fibra. Este diseño ya ha demostrado sus capacidades a bordo de un dron fabricado por estudiantes de la Universidad para su proyecto de fin de carrera. "El dron fue desarrollado inicialmente para entregar equipos que salvan vidas, como desfibriladores, en emergencias, pero ha servido como una excelente plataforma de prueba para el sistema nervioso de fibra óptica. Los datos en vivo del sistema de fibra nos mostraron que la tecnología podría mantener los drones operativos por más tiempo sin la necesidad de grandes equipos de tierra", señaló uno de los graduados en ingeniería aeroespacial responsables del proyecto.
El equipo de investigadores y científicos apunta a que la tecnología "convierta a los drones en un producto más confiable y rentable". En palabras del doctor Martynas Berensa, "este nuevo sistema no solo reduce la carga de trabajo de los equipos en tierram sino que también garantiza que los drones puedan operar de una forma más segura y eficiente". Todos los "imputs" de los nervios pueden interpretarse utilizando mecanismos de inteligencia artificial que ayudan a la evaluación de la salud de la aeronave. "El sistema realiza un seguimiento de las tensiones y presiones del dron, lo que ayuda a los operadores a detectar problemas de forma temprana sin necesidad de aterrizar el dron con tanta frecuencia para realizar inspecciones", añadió Berensa.
La Universidad de Southampton asegura que "los datos en vivo del sistema de fibra demuestran que la tecnología podría mantener los drones operativos por más tiempo sin la necesidad de equipos de tierra, por lo que se trata de un desarrollo con gran potencial que se intentará comercializar en 2025".