La frontera sur que separa México de Estados Unidos recibió el año pasado más de 10.000 incursiones ilegales con drones desde el país latino. La agente jefe que supervisa el sector del Valle del Río Grande en el sur de Texas, Gloria Chávez, dijo que los cárteles utilizan los drones para vigilar dónde se encuentra la Patrulla Fronteriza y así poder encontrar la forma de colar personas y otro contrabando, como drogas, a través de las brechas.
Ella y el agente jefe de patrulla en el sector Tucson de Arizona, John Modlin, dijeron que los cárteles están impulsando el caos en la frontera, controlando los cruces y obligando a la Patrulla Fronteriza a reaccionar ante las tácticas de los contrabandistas.
Mientras que antes cruzaban grupos de diez o 12 personas y un solo agente podía detenerlos, ahora los cárteles los dividen en uno o dos, lo que significa que se necesitan más agentes para detener al mismo número. El jefe Modlin dijo que lo llaman "saturación de tareas" y afirmó que los cárteles lo hacen intencionadamente.
El Washington Times informó de que los cárteles obtienen al menos 2.600 millones de dólares al año sólo de los migrantes que pagan por utilizar las rutas de cruce a través de su territorio. La economía global del contrabando, incluidos los pagos a conductores, operadores de alijos y coordinadores, supera los 20.000 millones de dólares.