Los UAS comenzaron a utilizarse en los servicios de las Policías Locales españolas en junio de 2016. Se trataba de una herramienta novedosa con unas perspectivas impresionantes por la cantidad de aplicaciones en las que esta tecnología podía mejorar la eficiencia y eficacia de estos cuerpos de seguridad.
Durante los seis años que han transcurrido, muchos han sido los cuerpos de Policía Local que se han dotado con UAS. Un número que no para de aumentar, lo que demuestra que la herramienta funciona y responde a las expectativas creadas.
La relación de los Policías Locales con los UAS comenzó por su utilización en los servicios, creándose en muchos Cuerpos unidades especializadas y dedicadas a las operaciones aéreas (denominadas unidades aéreas, de apoyo aéreo, de vigilancia aérea, UDRON, ect…). Pero, pronto, a estas funciones operativas se han sumado las de comprobación y verificación de que las operaciones que realizan los operadores EASA dentro de los respectivos términos municipales cumplen con los requisitos de seguridad exigidos legalmente, siendo cada vez estas operaciones más habituales y requiriendo más tiempo y recursos por parte de las FFCCS.
La Movilidad Aérea Urbana (Urban Air Mobility) va a disparar el número de operaciones con UAS en nuestros pueblos y ciudades, y las Policías Locales van a ser parte indispensable en la misma, ya que tendrán que compartir el espacio aéreo de baja cota con los drones de transporte de mercancías y los aerotaxis, y por lo tanto, las aeronaves policiales deberán integrarse en los sistemas que gestionarán esta nueva forma de movilidad.
Existen ciertos inconvenientes iniciales como la necesidad de sustitución de UAS para posibilitar la integración de los drones en servicio que no puedan adaptarse técnicamente o no resulte rentable hacerlo, la formación complementaria de los pilotos, la implementación de equipos adicionales y software, la necesidad de incrementar la vigilancia sobre los operadores que no vuelen integrados en el sistema por el peligro que representarán para el propio sistema de gestión de tráfico de UAS.
No hay que ver la Movilidad Aérea Urbana como un problema, si no como una gran oportunidad que ofrecerá un enorme beneficio para las operaciones de las FFCCS, ya que harán posible los vuelos autónomos que, combinados con la inteligencia artificial y la calidad y velocidad de los enlaces de comunicaciones, abrirán la puerta a que el servicio de vigilancia aérea policial con UAS pueda cubrir una enorme extensión de terreno y se mantenga operativo 24 horas al día, siete días a la semana.
Para que esta visión, a la que podemos calificar como “futurista” sea una realidad aplicable a la gran mayoría de los Cuerpos de Policía Local de España a medio plazo es imprescindible que los que venimos apostando por la implementación de esta tecnología en nuestros Ayuntamientos sigamos en esa línea. Debemos seguir formándonos y especializándonos, allanando el camino a la llegada de la UAM al realizar una labor pedagógica ante nuestros mandos policiales, responsables políticos y vecinos para que, llegado el momento, sean parte, imprescindible por cierto, de la evolución a la integración plena en la Movilidad Aérea Urbana de los servicios policiales.