La fabricante de vehículos aéreos no tripulados (UAV) Technidrone ha incorporado a su Mapker un paracaídas para evitar que puedan ocasionar daños a bienes o personas. Este sistema de seguridad se ha convertido en una necesidad por propia demanda del mercado, así lo explicó a Infodron.es la directora de desarrollo de negocio de la empresa navarra, Ester Iriarte.
Presentando su última novedad en el congreso Civildron 2018 que acoge esta semana la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid, Iriarte afirmó que "la idea de incorporar el paracaídas llegó porque cada vez el mercado pide más elementos de seguridad, también a las empresas les da confianza saber que si algo va mal está el paracaídas, por prevención".
El paracaídas salta en distintas situaciones. Por ejemplo, porque el motor se pare en vuelo y el sistema de seguridad detecte la caída; por la inclinación, en caso de que sea excesiva, o por un mal ajuste de las partes del equipo. Iriarte citó el caso de un cliente que necesitó el paracaídas al haber colocado mal una batería.
Los principales clientes de Technidrone son operadoras que prestan servicios con UAV o empresas que quieren incorporar un dron para empezar a utilizarlo en sus proyectos.
El Mapker es un UAV diseñado para que sea compacto y ligero, "queríamos que fuera sencillo de transportar y de poner en funcionamiento", señaló Iriarte, "también es fácil incorporarle una cámara RGB, una térmica y una multiespectral", añadió la experta explicando que se trata de un sistema pensado para ser especialmente útil en el ámbito de la minería, la agricultura y la topografía.
Su autonomía es de 55 minutos, lo que le permite cubrir 100 hectáreas en un solo vuelo. También es posible realizar con él vuelos autónomos programando la ruta integrando sistemas GPS e INS, sin necesidad de tener conocimientos de pilotaje.
Foto: la directora de desarrollo de negocio de Technidrone, Ester Iriarte, en Civildron 2018. T.M.T.