Los cuatro RPAS Predator B del Ejército del Aire ya están plenamente operativos desde su base principal en Talavera la Real (Badajoz), sin embargo, en los próximos meses, las aeronaves y el personal del 233 Escuadrón responsable de su operación tienen por delante un importante desafío, el despliegue en la base secundaria de operaciones en Lanzarote.
Este no es la única novedad del programa. En el corto plazo, también está prevista la inauguración de las instalaciones definitivas, en la recta final de la construcción, y en el medio, el Ejército del Aire espera recibir un simulador para la formación en suelo español de los pilotos y operadores de cámara del RPAS. Todos estos hitos y avances permitirán alcanzar la capacidad operativa final (FOC) en torno a 2023.
El jefe del Grupo de Fuerzas Aéreas RPAS, teniente coronel Juan José Terrados, explica a Infodefensa.com durante una visita a la base extremeña para conocer en profundidad el nuevo sistema del Ejército del Aire que los trabajos de adaptación del aeródromo de Lanzarote para acoger a los Predator marchan a buen ritmo. Las torres para las antenas que permiten el despegue y aterrizaje seguro ya están construidas y también están casi listas todas las canalizaciones que permiten la operación del sistema y cumplir los estrictos estándares de seguridad.
El teniente coronel detalla que el próximo despliegue en Lanzarote implicará el traslado desde Talavera de las aeronaves, dos de las tres unidades de control, por si una falla tener margen de maniobra, y las dos antenas para el lanzamiento y recuperación. “La aeronave solo puede despegar y aterrizar desde las bases equipadas con las antenas”, remarca. En la base extremeña quedarán una cabina de control y la antena satélite.
De esta forma, pilotos harán despegar el avión desde Lanzarote con el apoyo de las antenas a pie de pista y después transferirán el vuelo a otros pilotos situados en Talavera que operarán la aeronave a través del enlace satelital.
Lanzarote será la base de operaciones del Predator para las misiones en el área de las islas Canarias. La posición estratégica frente a la costa africanas también permitirá dar el salto en un futuro a posibles misiones de apoyo a operaciones españolas en el Sahel, en países como Mali.
En los próximos meses también se producirá el traslado de los RPAS y el personal a las nuevas instalaciones, en construcción en Talavera. Actualmente, el 233 Escuadrón cuenta en la base con un hangar desplegable para los Predator, que, si bien es provisional, cumple con todos los requisitos de seguridad para el mantenimiento y operación de las aeronaves. Junto a este hangar, unos contenedores especialmente preparados acogen las cabinas de los pilotos y los operadores.
El nuevo edificio está situado a apenas 200 metros de estas instalaciones temporales, frente a los refugios de los F-5 de la Escuela de Caza y Ataque. Aunque todavía se encuentra en obras, ya puede apreciarse las dimensiones del hangar. Estas instalaciones dispondrán además de un espacio para el mantenimiento del sistema de armas, oficinas, varios almacenes y alojamiento para las estaciones de control terrestre del aparato (GCS). El traslado está previsto durante la segunda mitad de este año.
Por otro lado, y más a futuro, el Ejército del Aire apuesta por la formación íntegramente en España de los pilotos y operadores de sensores del Predator. Para ello, detalla Terrados, está en proceso de adquisición un simulador que previsiblemente llegará a España en 2023. El sistema permitiría realizar en suelo español la formación específica en el RPAS que ahora mismo se realiza en dos cursos en Estados Unidos.