Las infinitas aplicaciones de los drones ganan terreno en el ámbito marino

Actualmente, el sector de los sistemas no tripulados (UAS) se encuentra en constante evolución y ya no se asocia exclusivamente al ámbito audiovisual. Lo cierto es que los drones son capaces de casi cualquier cosa y su imparable irrupción se ha debido a sus, prácticamente, infinitas aplicaciones.

En España se estima que el número de UAV de uso profesional civil podría superar los 51.400 en 2036, lo que se traduce en que nos encontramos en un sector con un alto potencial de crecimiento donde la afición y el negocio se encuentran. 

En este sentido, los drones han ido ganando terreno en los últimos años como tecnología soporte en múltiples actividades, como en la supervisión de daños estructurales en construcciones y en trabajos de supervisión de obras y edificaciones. No es ningún secreto que las grandes infraestructuras y obras civiles requieren una gran inversión en cuanto a la planificación de recursos técnicos y humanos. Sin olvidar, que uno de los talones de Aquiles de todas las obras es que la estructura sea lo más segura posible para evitar daños personales. 

Por ello la incorporación de los drones a estos servicios ha supuesto un éxito total: seguro, reducción de costes y exactitud de mediciones. El uso de vehículos no tripulados permite mapear zonas complejas con mediciones exactas en minutos y reduce la exposición a riesgos de los trabajadores. 

Los drones con sistema RTK (Real Time Kinematic) con los que se trabaja, por ejemplo, en Aerocámaras, envían datos muy precisos de ubicaciones de una zona concreta mediante la captación de datos fotogamétricos que facilitan a los responsables de las obras que puedan hacer seguimiento desde cualquier dispositivo y tomar decisiones al respecto desde donde se encuentren con toda precisión.

Como vemos, el uso de drones tiene grandes posibilidades en áreas muy diversas. Y aunque estamos acostumbrados a verlos volar sobre superficie terrestre, los drones también han llegado para revolucionar el sector de la logística marítima. 

Además, la simplificación de restricciones del entorno marítimo frente al terrestre supone muchas ventajas que han impulsado aplicaciones disruptivas como la logística de reparto a barcos de piezas, alimentos o medicinas, la inspección de embarcaciones y buques o la vigilancia de puertos y zonas de embarque, entre otras.

El uso de drones para estas actividades permite una reducción significativa de los tiempos de transporte y la sustitución de lanchas tradicionales por drones. Lo que además supone una reducción del impacto negativo de huella de carbono en el medio ambiente.

Si comparamos las emisiones de una lancha con las de un UAV, este último tiene un consumo medio de un litro de gasolina por hora, mientras que las lanchas están entre los 100 y 150 litros por hora. Drones Maritime, especializada en la logística marítima, realizó trabajos en Gibraltar con UAV capaces de transportar hasta ocho kilos directamente a embarcaciones en movimiento con resultados muy satisfactorios, generando una mejora de tiempo y coste en las entregas sin precedentes.

Sin duda las posibilidades que presentan los drones son innumerables y se pueden enfocar desde diferentes puntos de vista. Y es que podemos hablar que la aviación no tripulada será la protagonista de este siglo, con un crecimiento exponencial que todavía ni imaginamos y aplicaciones disruptivas que están emergiendo y transformarán el futuro de nuestro día a día tal y como lo conocemos.