A partir del proyecto Horus, un sistema de sensores diseñado para realizar tareas de vigilancia y reconocimiento, Thales Programas ha desarrollado Horus cUAS, un antidron dotado de inteligencia para aportar al operador información procesada y útil para la toma de decisiones. En entrevista con Infodron.es, el director de producto de Thales Programas, Gonzalo Aréchaga, explicó cuáles son las mayores ventajas que puede ofrecer un sistema antidron y detalló que lo que diferencia a Horus del resto es la "coordinación e inteligencia" del sistema de sensores, lo que permite "informar al usuario de forma sencilla y rápida, y deja en sus manos la decisión final de neutralizar o no el dron".
Aréchaga participó esta semana en el congreso Civildron en Madrid para hablar de este sistema. En anterior conversación con este diario, desde Thales se afirmaba que el sistema Horus sería la base del nuevo producto antidron de la compañía.
¿Qué objetivos llevaron a desarrollar el proyecto Horus?
El proyecto surgió de la unión de dos conceptos en los que Thales España tiene una amplia experiencia: los sistemas de mando y control y los sensores. De esta unión surgió el concepto de vigilancia inteligente, que se ha plasmado en el proyecto Horus. La principal función es la integración de múltiples tipos de sensores en un único sistema, de tal forma que el operador pueda comprender qué está pasando en la zona, sin necesidad de ser un experto en el manejo de esos sensores, ya sean radares, cámaras, detectores de movimiento o sistemas aéreos no tripulados. Además, el sistema permite al usuario manejar información relevante en vez de datos, y controlar los diversos sensores como un único sistema. Por ejemplo, siguiendo de forma automática con una cámara un objeto detectado con un radar.
¿Cuál es su estado de desarrollo?
Horus está listo para su uso para los clientes de Thales, como de hecho va a suceder en los próximos meses. El trabajo en el proyecto continúa, para integrar nuevos tipos de sensores y dotarlo de nuevas aplicaciones, como es el caso de los sistemas antidron.
¿Qué necesita incorporar un sistema de sensores para ser antidron?
Las dos palabras clave son coordinación e inteligencia. Es posible disponer de un sistema de sensores que, por separado, pueda detectar, seguir y neutralizar drones, pero sin un equipo que actúe como el cerebro será complicado de operar y probablemente poco eficaz. Por otro lado, el volumen de datos puede llegar a saturar al operador, por lo que el sistema debe incluir ayudas para poder tomar decisiones adecuadas, y en un espacio de tiempo muy corto, a veces inferior al minuto. Horus nos aporta ambos elementos: integra los datos de los sensores en un único visor, los convierte en información para el operador, y la analiza de forma automática. Horus cUAS analiza si un dron es una posible amenaza, informando al usuario de forma sencilla y rápida de su estado, tipo, posición y tiempo de reacción disponible, y deja en manos del operador la decisión final de neutralizar o no el dron. También dispone de un sistema de alerta vía móvil para informar a otros actores de forma rápida y sencilla.
¿Cuáles son las mayores ventajas que puede ofrecer un sistema antidron?
Tanto su rápida respuesta como que la misma sea adecuada a la amenaza. Existen múltiples sistemas en el mercado, pero en general son de corto alcance, algunos cientos de metros en el mejor de los casos. Debido a la velocidad a la que pueden moverse los drones, el tiempo de reacción se reduce a algunos segundos. Detectar e identificar el dron como una amenaza a la mayor distancia posible es fundamental para poder tomar decisiones adecuadas.
En este sentido, ¿qué diferencias entre los campos militar y civil hay que tener en cuenta?
La gran diferencia entre el campo civil y militar está en cómo reaccionar ante un dron. En el campo civil hay que tener en cuenta las consecuencias de neutralizar el dron, y si durante el proceso alguien puede ser herido o algún sistema afectado. Por poner un ejemplo, disparar contra un dron en entorno urbano es inviable, igual que lo es inhibir señales en una zona sin control, pues podría afectar a las comunicaciones móviles. En el campo militar, en zona de operaciones por ejemplo, lo fundamental es derribar el dron si hay vidas en juego, intentando siempre minimizar los daños. Para cada tipo y entorno de amenaza debe existir una respuesta adecuada, y desde Thales proporcionamos la alternativa idónea para nuestros clientes.
¿Es necesario desarrollar sistemas antidron para impulsar el uso de drones en zonas urbanas?
Son recomendables. Como ha sucedido con otros avances tecnológicos, los drones están demostrando ser una enorme oportunidad, pero también pueden ser una amenaza para la seguridad. Poder garantizar la seguridad de ciertas instalaciones críticas así como de las personas en espacios donde exista una gran concentración como por ejemplo en estadios, en manifestaciones o conciertos, puede ser un elemento clave para conseguir que las autoridades competentes autoricen el vuelo de drones. Al final hay que buscar un equilibrio entre las múltiples aplicaciones y la seguridad.
En el mercado de los UAV, ¿dónde se encuentra la mayor demanda?
Ambos mercados, el de las plataformas y el de antidrones, están experimentando un gran crecimiento. En el caso de las plataformas, la demanda se centra por un lado en las aplicaciones, y por otro en la autonomía, la cantidad y tipo de carga útil y en la facilidad de operación. En realidad ambos aspectos están muy relacionados. Por ejemplo, para vigilar áreas de forma ininterrumpida la autonomía es un factor clave, como también los sistemas de vigilancia embarcados y la inteligencia del sistema para operar tanto la plataforma como la carga útil. Thales, por medio de su solución Fulmar y del proyecto Horus, está enfocada en dar respuesta a estas demandas del mercado.
¿Hay requerimientos que destaquen?
En el caso de los sistemas antidron, el interés se ha disparado en el último año, y para todo tipo de aplicaciones: aeropuertos, prisiones, centrales eléctricas, protección de personalidades e incluso para grandes acontecimientos deportivos y culturales. El sistema Horus cUAS es nuestra solución a esta demanda.
¿Qué porcentaje de su facturación destina Thales a la innovación?
Thales dedica un importante porcentaje de su facturación a innovación, cerca del 20%, además para nosotros es un orgullo ser una de las 100 compañías más innovadoras del mundo, figurando entre las compañías en el informe Top 100 Global Innovators de 2016 publicado por Clarivate Analytics. Además destaca también la I + D autofinanciada que asciende a 700 millones de euros, y actualmente la compañía tiene los derechos de más de 16.500 patentes. Thales España en concreto invierte más del 10% de su facturación en innovación, y dispone de un departamento dedicado exclusivamente a la innovación.