Francia detecta fallos de rendimiento en el sistema antidrón que protegerá los Juegos Olímpicos de París

Las Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad francesas continúan preparándose para defender los cielos de París durante la XXXIII edición de los Juegos Olímpicos. Con el objetivo de mejorar sus capacidades antidrón y validar las últimas tecnologías adquiridas, varias unidades del Ejército del Aire y del Espacio, la Marina Nacional y el Ejército de Tierra, en colaboración con actores públicos como la Policía Nacional o la Gendarmería, han participado recientemente en el ejercicio interministerial Coubertin LAD 2.

Según ha informado France 24, durante estos ensayos, que se llevaron a cabo en la Base Aérea 107 de Villacoublay, el sistema C-UAS Parade de Thales y CS Group, uno de los más importantes del futuro despliegue antiaéreo de la capital, “funcionó peor de los esperado en los dos sitios donde se probó”. Varias fuentes confirmaron al canal de televisión del grupo France Médias Monde que la solución “solo pudo detectar uno de cada tres drones maliciosos a una distancia de 800 metros”, lo que supone “un perímetro extremadamente pequeño”.

Prioridad en la estrategia de defensa nacional

Desde que París se convirtió en la sede de los Juegos Olímpicos 2024, la implementación de un sistema antidrón en la capital pasó a ser una prioridad principal del Gobierno Francés. Por ello, en 2021, la Dirección General de Armamento de Francia lanzó un proceso de licitación europeo de tipo competitivo, destinado a actualizar la tecnología C-UAS a nivel nacional para proteger eficazmente las infraestructuras en las que se desarrollarán las competiciones deportivas.

Tal y como publicó Infodron.es, Thales y CS Group se adjudicaron un contrato de 350 millones de euros para desarrollar, en colaboración con pymes francesas como CerbAir, Exavision o MC2 Technoloies, un sistema escalable modular y multimisión, capaz de detectar, clasificar y neutralizar de forma segura drones de clase mini y micro, reforzando la seguridad del público y de activos físicos críticos. Este es el germen de la solución Parade, diseñada según el fabricante para “proporcionar capacidades adicionales de respuesta y una protección permanente de 360 grados”.

Preocupación política y social por el rendimiento del sistema

Uno de los primeros problemas que afectó al proyecto Parade fue el retraso en la entrega de los seis sistemas iniciales apalabrados con el Ministerio de Defensa francés. Tras varios meses de espera, a finales de 2023, el Comité de Defensa del Senado francés lanzó una investigación destinada a analizar las causas de la demora. A raíz de esta decisión, varias personalidades políticas de la oposición comenzaron a criticar la solución de Thales y CS Group, alimentando la preocupación social existente por la seguridad de los Juegos Olímpicos.

Por esta razón, el Gobierno francés decidió no hacer público el informe y celebrar el cierre de la investigación a puerta cerrada. Tras este anuncio, el senador Philippe Paul señaló que, “aunque el Parade no es el único equipo que se utilizará para luchar contra los drones en París, sino que forma parte de un conjunto que incluye diferentes soluciones del Ministerio del Interior, los aeropuertos de la ciudad, la Fuerza Aérea y la Gendarmería, es cierto que, en las numerosas ocasiones donde se ha probado, nunca ha funcionado satisfactoriamente”.

Búsqueda de soluciones C-UAS alternativas

En una entrevista concedida a France 24, el consultor de defensa Marc Chasillan afirmó que “los drones representan una amenaza de muy alto nivel porque son fáciles de utilizar, hay un gran número de ellos y convertirlos en armas es sencillo, asequible y no requiere mucha organización logística”. Para un C-UAS, “un entorno urbano es extremadamente difícil, ya que hay numerosos obstáculos que dificultan la detección al actuar como pantalla”. Esta desventaja, combinado con el supuesto bajo rango operativo de detección y neutralización del Parade, hacen que la solución no cumpla con los requisitos exigidos por la Dirección General de Armamento para proteger la capital.

Otra de las grandes preocupaciones de Francia son los ataques con enjambres. La solución antidrón debe ser capaz de hacer frente a ataques de saturación, ya que, como explica Chasillan, “si 150 aeronaves no tripuladas atacan a la multitud durante la ceremonia de apertura y una de ellas pasa, es suficiente para causar problemas, especialmente porque la zona que rodea al río Sena está conformada por muchas calles perpendiculares que pueden actuar como corredores de acceso para drones”.

Teniendo en cuenta esta coyuntura, el Gobierno y el Ejército del Aire y del Espacio francés están centrando sus esfuerzos en desarrollar medidas alternativas, que se adoptarán en el caso de que no se consigan solucionar los problemas existentes. La Fuerza Aérea ha planteado la posibilidad de adquirir nuevas soluciones antidrón modelo Bassalt, desarrolladas por la compañía Hologarde, una filial de Paris Groupe ADP, el operador del aeropuerto internacional Charles de Caulle. Por su parte, el Ejecutivo tiene pensado mantener la ceremonia de apertura en la ubicación actual, aunque, tal y como afirmó el presidente Emmanuel Macron en una conversación con la cadena BFM TV, “existe un plan B y un plan C en el caso de que la amenaza de seguridad se vuelva demasiado grande”.