En el marco de la Feria Internacional del Aire y el Espacio Fidae 2018, realizada entre el 3 y 8 de abril en Santiago de Chile, se desarrolló la 4ª Conferencia Latinoamericana de Sistemas Remotamente Tripulados, encuentro de Unvex América, una de las instancias más importantes a nivel mundial en torno al uso de drones y su vinculación con las operaciones en catástrofes, desde un punto de vista del mundo académico, organizaciones humanitarias, entidades gubernamentales y del sistema internacional de emergencia.
Dentro de las diversas mesas desarrolladas una estuvo liderada por la ONG Drone SAR Chile, la cual ha establecido un sistema integrado por pilotos de drones voluntarios, siendo los primeros latinoamericanos finalistas en la categoría de Programas Humanitarios del Auvsi Xcellence Award 2018, que han operado en diversas situaciones entre ellas los incendios forestales del año 2017 y la búsqueda de Emmelyn en Licantén. Se destaca de sus experiencias cómo la sociedad civil organizada va dando soluciones y cooperando a las diferentes instituciones gubernamentales y autoridades, además de resaltar que esta importante herramienta, muchas veces banalizada como un juguete, tiene una alta capacidad técnica en el levantamiento de información, que es clave para la toma de decisiones y es un elemento de alta tecnología que debe ser incorporado en diversas operaciones.
Las intervenciones de expertos como Francisco Sánchez, del Centro de Estudios e Investigaciones Militares del Ejército de Chile, quién nos recordó la importancia del sistema interagencial y la necesidad de un trabajo en conjunto entre la sociedad civil organizada, el mundo de la industria, la academia y el Estado, nos recuerda un desafío mayor y de alturas de miras para comprender el desarrollo de capacidades.
En la actualidad, los sistemas de emergencia, tanto de organizaciones voluntarias como gubernamentales, han incorporado diversas tecnologías, como es el caso de los drones, que facilitan las operaciones de búsqueda y rescate en beneficio de las personas en momentos de necesidad, lo cual nos sitúa en un momento de discusión interesante pensando en el futuro de los recursos y operaciones de emergencias en nuestro país y el mundo.
De esta manera, en esta importante conferencia se nos plantearon una serie de desafíos en torno al establecimiento de protocolos de operaciones, los cuales, no tan solo deben coordinar organizaciones voluntarias, sino también con instituciones gubernamentales, autoridades que ya tienen su ámbito de acción definido y concreto en nuestra legislación, como también de que manera en Chile debemos recordar nuestro historial en tema de catástrofes, temática que nos recordó Fabiola Barranechea, directora del Observatorio de Riesgos de la Universidad Bernado O’Higgins.
La necesidad de una coordinación interagencial es una de las claves para enfrentar las emergencias, sin embargo esto se debe forjar en tiempo de “no emergencia”, estableciendo canales de comunicación, registro de capacidades y actualización de la reglamentación vigente que, tomando en cuenta los acelerados avances de la tecnología, muchas veces se queda desfasada.
La experiencia del Cuerpo de Bomberos de Santiago en este ámbito resulta trascendental, expuesta por el inspector de dicha institución, Jaime Venegas, en donde se ha establecido un sistema de gestión y operación respecto a drones en situaciones de emergencia como una herramienta útil y versátil.
Debemos asumir que, a pesar de los diferentes esfuerzos que se han realizado en este sentido por parte de instituciones gubernamentales y ONG, es necesario establecer propuestas tanto de la autoridad competente como de las mismas organizaciones en el fomento de soluciones integradas, puntos de encuentro y establecimiento de canales de trabajo en beneficio de dar respuesta a las personas afectadas.
Por otro lado nos lleva a la necesidad de resaltar el rol del Estado en investigación y desarrollo en este tipo de ámbitos, los cuales, deben estar en sintonía con las necesidades de la sociedad y sus desafíos futuros, es en este orden de cosas donde la empresa privada tiene mucho que aportar, no tan sólo invirtiendo en investigación o colaborando con las distintas ONG existentes, sino también buscando la aplicación en forma concreta de este tipo de conocimiento y tecnologías.
De esta manera la incorporación de nuevas tecnologías, protocolos, coordinación interagencial y las operaciones son una serie de temas que se deben debatir con alturas de miras, pensando en una legislación adecuada y generando las instancias para lograr el desarrollo de capacidades en el sistema integrado de emergencias, en donde el Estado, la sociedad civil organizada y la industria generen una sinergia en beneficio de todos.