El Ejército del Aire prueba los Predator B en una misión de ataque con armamento guiado

El MQ-9 Predator B, operado desde el Ala 23 del Ejército del Aire y del Espacio, ha realizado el primer guiado láser de armamento ASM (aire-superficie), lanzado desde un caza EF-18M del Ala 12, sobre un blanco terrestre situado en el polígono de tiro de las Bárdenas.

Uno de los objetivos principales de este ejercicio es dotar de armamento a las unidades de este dron que se encuentran en servicio en el 233 Escuadrón de la Base Aérea de Talavera la Real en Badajoz. El otro es mejorar las capacidades de ataque de los UAS españoles para que se asemejen, cada vez más, a los sistemas que poseen el resto de países miembros de la OTAN.

Necesidad de un UAS de combate

El desarrollo de conflictos modernos, como la guerra en Ucrania, ha transformado el paradigma militar y los requerimientos estratégicos y operativos de los ejércitos, que ahora requieren de una mayor combinación de elementos para garantizar su efectividad contra el enemigo, tanto a nivel defensivo como ofensivo. En el caso de las fuerzas aéreas, esto se traduce en la necesidad de incorporar a sus flotas sistemas no tripulados capaces de ejecutar misiones de reconocimiento y ataques de precisión en territorios hostiles, sin poner en riesgo a sus operadores.

El Gobierno de España se anticipó a las cambiantes demandas en materia de defensa y seguridad, suscribiendo en 2015 un acuerdo de 216 millones de euros con General Atomics, para el suministro de cuatro drones Predator B de la variante Block 5, configurados para llevar a cabo misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) con una autonomía de hasta 25 horas. Desde el momento de la adquisición, hace ya más de ocho años, ha sido recurrente el debate sobre la necesidad de armar estas aeronaves para dotar al Ejército del Aire con un UAS con capacidades ofensivas.

Esta polémica ha sido alimentada, además, por el hecho de que países vecinos, como Francia o Reino Unido, ya han ejecutado la transformación de sus drones de reconocimiento en ataque, a través de un proceso sencillo. Tal como publicó Infodefensa.com, estas aeronaves ya incorporan los principales equipos necesarios para transportar y lanzar misiles y bombas y sólo requieren de una actualización de software de la estación de control terrestre y de la instalación de pilones, bastidores de bombas y componentes específicos de cada munición.

Proceso de dotación de armamento

A principios de 2023, el Ejército del Aire y del Espacio confirmó oficialmente la dotación con armamento guiado de precisión de los cuatro Predator B que posee. Al mismo tiempo, comenzó a realizar las gestiones necesarias para certificar las nuevas capacidades ofensivas de las aeronaves, según se vaya completando su proceso de transformación, con el objetivo de que estas se puedan incorporar cuanto antes al combate activo.

A pesar de que varios países aliados consiguieron este hito antes que España, cabe destacar que la decisión de incorporar armamento en los Predator del Ejército del Aire se ha tomado tan solo dos años después de que estos drones entrasen en servicio y unos meses más tarde del alcance por parte del sistema de de la Capacidad Operativa Inicial (IOC), tras un despliegue en el aeródromo militar de Lanzarote.

Estos avances conllevan un aumento en la capacidad operativa, a nivel de ataque y de defensa, del 233 Escuadrón del Ala 23, así como una mejora sustancial de las capacidades de los vehículos aéreos no tripulados de España, que son un importante activo en el panorama actual. 

Predator B en el aeródromo militar de Lanzarote. Firma: Ejército del Aire y del Espacio

La incógnita del armamento final

Los MQ-9 Reaper y sus distintas variantes de bloque se configuran como un UAS HALE (High-Altitude-Long-Endurance) modular, multimisión, con una alta flexibilidad operativa y capaz de transportar múltiples cargas útiles y distintos tipos de armamento: misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire y Mbda Brimstone; misiles aire-aire Aim-9X Sidewinder y Aim-92 Stinger; y bombas de guiado láser Gbu 12 Paveway, Gbu 49 y Gbu-54 Ljdam.

A pesar de la gran variedad de misiles y bombas que pueden ser montadas en este modelo de aeronave, hasta el momento, la combinación final de armamento que los drones españoles portarán en sus seis puntos de anclaje no se ha hecho pública. Se desconoce también las fechas en las que se terminarán de realizar las modificaciones necesarias y en las que las unidades armadas pasarán a estar en activo, listas para ser desplegadas en el campo de batalla.