La semana pasada se desarrolló en el marco de la feria de defensa de Chile, Fidae 2018, la 4ª Conferencia Latinoamericana de Sistema Remotamente Tripulados, Unvex América 2018, en cuyo contexto la mesa de drones en Emergencia contó con altas expectativas por parte de los asistentes, tomando en cuenta la calidad de los expositores convocados por Unvex en colaboración con Drone SAR Chile para esta instancia.
Uno de ellos fue Francisco Sánchez, del Centro de Estudios e Investigaciones Militares del Ejército de Chile, quién cuenta con diversas experiencias en operaciones y comando de incidentes, entro otros estudios es egresado de la Texas A&M University, Centro de Estudios Hemisfericos de la Defensa de EEUU y de la Academia de Guerra del Ejército de Chile del Magister de Ciencias Militares y Planificación y Gestión Estratégica. Infodefensa.com pudo charlar con él para conocer la actualidad del sector.
¿Qué significa el desarrollo de la Unvex América en Chile?
La 4ª Conferencia Latinoamericana de Sistema Remotamente Tripulados representó un momento de inflexión, tanto en el análisis de la aplicación de una nueva herramienta como en la creación de protocolos y trabajo en conjunto desde el punto de vista de una doctrina interagencial. No es menor que esta se haya desarrollado en Chile, tomando en cuenta la historia de catástrofes de este país, sino también en el marco de la Feria Internacional del Aire y El Espacio 2018, lo cual, de por sí, le da un peso significativo al marco de la convocatoria. El hecho de la asistencia transversal a la mesa de discusión que reunió publico proveniente de instituciones como la Dirección General de la Aeronáutica Civil, Carabineros de Chile, Carabinero de Chile, Ejército, Fuerza Aérea, Armada, Cuerpos de Bomberos, Corporación Nacional Forestal, Senado de la República, como también delegaciones de países como España, Argentina y Taiwan, no es un elemento menor a considerar.
Desde su perspectiva ¿cuáles son los principales desafíos que enfrentan la implementación de RPAS en Emergencias?
Uno de los principales desafíos, que fue debatido en la mesa, es la necesidad de establecer protocolos de trabajo conjunto, los cuales deben ser elaborados entre las principales organizaciones sin olvidar la reglamentación vigente en la actualidad. De esta manera la conformación de un sistema interagencial, que dé cabida a operaciones en conjunto como también potencie los escasos recursos disponibles, es clave para que esta potente herramienta implementada por organizaciones como DroneSAR Chile y otras instituciones como el Cuerpo de Bomberos de Santiago, sea considerada en forma sistemática el ciclo del Desastre. El principal desafío, gracias al trabajo profesional y técnico de las organizaciones mencionadas, es que los drones ya no son vistos como simples juguetes, sino como herramientas que colaboran con información vital en las operaciones y de esta manera en la toma de decisiones, el haber superado esta barrera es fundamental en el caso chileno, pues ahora estamos sentados hablando desde una perspectiva profesional y no de aficionados.
En su exposición usted señaló que “hay que comprender los roles de diferentes estamentos de la sociedad en el desarrollo de nuevas capacidades” ¿A qué se refería?
Muchas gracias por haber escuchado mi exposición, eso siempre levanta el ánimo, nos referimos a que es necesario comprender en forma integrar el problema del desarrollo de capacidades, considerando a distintas instancias que son claves.
¿Y cuáles son esas instancias?
Por un lado está el mundo académico, el cual debe permitirnos estar en la vanguardia de investigación en el desarrollo de nuevas tecnologías y también la medición de su impacto. Esta se complementa evidentemente con el rol de los privados, los cuales, no tan solo tienen una responsabilidad desde el mundo de la industria sino también en el financiamiento y apoyo en las organizaciones de la Sociedad Civil Organizada, como es el caso de ONG y Cuerpos de trabajo técnicamente especializados, que brindan un apoyo al Estado, el cual, con sus diferentes instituciones y legislación brinda un rol articulador a lo anteriormente planteado. De esta manera debemos ser claros que de poco sirve la investigación académica sin su aplicación práctica, así como tampoco nos sirve sin el rol de la industria en la producción y perfeccionamiento o basarnos en el rol de ONG sin sustento económico o que no se tenga una relación de cooperación con organismos del Estado o contar con los cambios legislativos fundamentales para no entorpecer esta relación.
¿Y cómo se puede hacer para que todos remen en la misma dirección?
Este es un trabajo en conjunto e integrado que debemos comprender en beneficio mutuo, en donde todos ganan, para esto la comunicación resulta fundamental así como también la generosidad de reconocer nuevos actores y trabajar en beneficio del desarrollo de nuevas capacidades que nos permitan realizar planificar y enfrentar de mejor manera las situaciones de catástrofes.
¿Chle es un ejemplo en este sentido?
El caso chileno tiene sus matices, como todos los casos de análisis que podemos tomar alrededor del mundo, no hay sociedades perfectas como tampoco desafíos por completo cumplidos. Pero se han dado importantes pasos en la materia, el mismo hecho que en la Conferencia organizada por una ONG como es el caso de DroneSAR Chile se cuente con representantes del mundo académico como es el caso del Observatorio de Desastres de la Universidad Bernardo O´Higgins, haya existido el interés de la participación de un Senador de la República como es el caso de Francisco Chahuán, la asistencia del Director de la Dirección General de la Aeronáutica Civil, así como también de empresas del área nos demuestra que hay avances importantes. Sin embargo aún quedan desafíos pendientes, como la generación de protocolos de trabajo y reglamentación, trabajo conjunto y el establecimiento de financiamiento permanente para ONG. De esta manera es importante los avances que se han dado en diversos sentidos, la existencia de esta mesa es demostración de aquello.
¿Pero es posible?
Muchas veces se reclama la necesidad de reconocimiento por parte de las instituciones gubernamentales, entidades académicas o desconocimiento de la legislación, sin embargo “ánimo y valor” el hecho que se estén discutiendo este tipo de temas a este nivel es una buena señal, lo cual, nos plantea nuevos desafíos que debemos enfrentar y no caer en un injustificado pesimismo u optimismo. Las operaciones en donde se han incorporado estas herramientas han sido fundamentales, no podemos dejar de reconocer que la seriedad y el profesionalismo que han tomado organizaciones como DroneSAR Chile han sido fundamentales para dar estos pasos con seguridad, que han sido reconocidos e incorporados en labores por instituciones tan importantes como el Ejército y la Armada de Chile.
¿Qué desafíos se deben enfrentar en el corto plazo?
El principal desafío es que instancias de este tipo no se queden tan solo en la manifestación de buenas intenciones, una reflexión de práctica teórica o de un “check de cumplido” por parte de autoridades. Creo que una de las principales necesidades es enfrentar el desafío del establecimiento de protocolos de trabajo claros, en donde diferentes organismos, tanto gubernamentales como de la sociedad civil organizada tengan claridad respecto a los espacios y formas de colaboración en el trabajo conjunto. Esto no tan sólo debe nacer desde la autoridad sino también de las diferentes organizaciones, generando soluciones realistas a un sistema de emergencia de por sí carente de recurso y tiempo, es decir brindar soluciones no esperando el top-down, sino también el down-top, pero contando con un espíritu de colaboración y trabajo en conjunto.
¿Y qué hace falta para eso?
Para esto es necesario contar con un registro actualizado de organizaciones, capacidades, líneas y áreas de operación, contacto y sobre todo certificación, acreditación y capacitación que permita su reconocimiento en las distintas operaciones que se pueden desarrollar en Chile, como también en el extranjero. De esta manera estos desafíos son cruciales, no tan solo para la planificación de operaciones, sino también para ver eventuales necesidades y destinación de recursos, como el reconocimiento y establecimiento de una comunicación constante, fluida y con retroalimentación. Estos elementos, que deben surgir de la pre emergencia, es fundamental para el corto y mediano plazo, lo cual no tan sólo permitirá un trabajo en conjunto sino el desarrollo y potenciar esta nueva capacidad en el ámbito de las emergencias, generando un mutuo beneficio.
Foto: Francisco Sánchez, del Centro de Estudios e Investigaciones Militares del Ejército de Chile