Entre 2014 y 2016, más de 1.200 empresas en España fueron autorizadas para usar RPAS, según datos proporcionados por la Asociación Española de RPAS (Aerpas). Hasta la aplicación de la Ley 18/2014, la falta de regulación frenó el progreso del sector en nuestro país, y todavía la falta de normativa comunitaria complica la coordinación entre los estados miembros que, como España, tratan de adaptar su legislación a las nuevas necesidades.
En lo que llevamos de año, según la última actualización del registro de AESA, se han autorizado 805 nuevas operadoras de drones. El presidente de Aerpas, Manuel Oñate, asegura que hay mucho interés por entrar al sector "muchas empresas nuevas que están a la espera de que la nueva regulación aumente las posibilidades de trabajo".
Oñate explica a Infodron.es que las peticiones más demandadas tienen que ver con el sobrevuelo de ciudades y las operaciones fuera del alcance de la vista del piloto. "Ahora la distancia máxima permitida (entre el operador y el RPAS) es de 500 metros y, por ejemplo, en aplicaciones agrícolas o cartografía no es útil", declara Oñate, que reclama que se amplíe para que pueda hacerlo también la productividad.
La regulación a nivel europeo avanza más lentamente
En el caso de la normativa europea, avanza más lentamente que la estatal. La de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA por sus siglas en inglés) "es una regulación prototipo porque todavía EASA no es competente y que lo sea llevará un par de años", considera Oñate.
Para avanzar su jurisprudencia de forma coordinada en el espacio aéreo europeo, los estados miembros de la UE se apoyan de momento en la Technical Opinion sobre RPAS, unas directrices emitidas por EASA en octubre de 2015. La agencia tiene pendiente sacar adelante una normativa específica sobre drones que esté basada a la vez en estándares globales y sea compatible con las exigencias que el rápido crecimiento de la demanda del uso de drones pone sobre la mesa.
La declaración de la conferencia de Varsovia de noviembre de 2016 destaca el creciente potencial de los drones en el mercado de servicios, que según las estimaciones llegará a mover hasta cien mil millones de euros en los próximos años.
Insta a que la UE apoye el desarrollo del sector para alcanzar el liderazgo a nivel mundial. Para ello, la declaración recomienda que la EASA "estudie más a fondo la interacción entre los aviones no tripulados y las aeronaves tripuladas", especialmente en zonas urbanas y pide a las autoridades europeas que concreten su definición en un plazo de seis meses.
Tanto Aerpas como AESA reclaman un rápido desarrollo de este mercado al tiempo que advierten que el sector debe ser capaz de dar solución a los desafíos que se presentan en cuestiones de seguridad, privacidad y sostenibilidad.
La UE propone regular también los drones recreativos
La UE persigue unificar la normativa sobre el sector en todos los estados miembros regulando también el uso recreativo de drones. Con ese objetivo la Comisión Europea (CE) propone implantar el sistema U Space, que automatizará el control del tráfico aéreo para drones de menos de 150 kilos que vuelen por debajo de 150 metros de altura en un mismo espacio aéreo.
En una nota de prensa emitida el pasado 16 de junio, la CE establece que el U Space debe ser seguro, desarrollando un sistema similar al de la gestión del tráfico aéreo para la aviación tripulada y, automatizado, para evitar obstáculos o colisiones. La propuesta contempla asimismo la creación de un registro europeo de drones. La intención es que la norma definitiva sobre el U Space entre en vigor en 2019 y continúe desarrollándose en el futuro.
Esta propuesta de la CE parte del trabajo de Sesar, el organismo europeo de investigación sobre la gestión del tráfico aéreo cuya creación fue impulsada en 2007 por Eurocontrol y se encarga de coordinar la investigación sobre la gestión del tráfico aéreo.