Con fondos de la Comisión Europea, la Acción Preparatoria de Investigación en Defensa (PADR por sus siglas en inglés) financiará en 2017 tres programas de investigación: Ventajas de los sistemas no tripulados en operaciones navales, nuevos sistemas de protección del soldado y futuras tendencias tecnológicas en el ámbito de la defensa. Los proyectos cuentan con un presupuesto global de unos 40 millones de euros y están gestionados por la Agencia Europea de Defensa (EDA). El más importante es el referente a los UAV en operaciones navales y está dotado con un presupuesto de 36 millones de euros.
Desde la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) se explica que el proyecto estrella, denominado Demostrador tecnológico para conciencia situacional mejorada en un entorno naval, "espera demostrar, en escenarios que simulen situaciones reales en la mar, las ventajas que para las operaciones navales puede tener el uso de sistemas autónomos o no tripulados, tanto aéreos como navales de superficie o submarinos, en conjunción con otros sistemas tripulados".
Este programa también pretende evaluar la integración de tecnologías que permitan el uso de las plataformas en situaciones ambientales complejas, así como otras tecnologías para la fusión, manejo, transmisión e interoperabilidad de la información obtenida por los sensores embarcados en las diferentes plataformas.
El presupuesto está dividido en dos partes. El núcleo del proyecto tiene un coste aproximado de 15,5 millones, y se financiará a cargo del presupuesto de la PADR para el año 2017. Además, están previstos cuatro módulos de investigación adicionales, de cinco millones cada uno, con dinero del presupuesto de la PADR para el año 2018. Según explica José Ramón Sala, de la Subdirección General de Planificación, Tecnología e Innovación (Sdgplatin) de la DGAM, "sólo se financiará un único proyecto dentro de este tema, es decir, habrá un único consorcio ganador".
La industria de defensa española tiene por delante el desafío de convertirse en un actor relevante en los futuros programas de defensa de la Unión Europea. En el plano institucional, la DGAM trabaja para difundir entre las empresas nacionales la llamada PADR y fomentar la participación de las entidades españolas, desde compañías hasta universidades y centros de investigación.
Sala afirma que "el reto para las entidades españolas es muy grande. La competencia será muy dura y es muy difícil ser seleccionado aunque se presenten buenas propuestas", y añade que la participación de empresas españolas es "una prioridad absoluta" para el Ministerio de Defensa. Muestra de ello es la celebración de cuatro encuentros con el sector industrial, a nivel nacional y europeo, en los primeros meses del año para informar sobre las oportunidades de la PADR.
Aunque la cantidad de dinero en juego es modesta, esta primera iniciativa enmarcada dentro de los primeros pasos del Plan de Acción Europeo de la Defensa (Edap) permitirá a las empresas posicionar su tecnología de cara al desarrollo de futuros programas.
Otros proyectos
El segundo proyecto, denominado Protección de la fuerza y sistemas avanzados de soldado más allá de los actuales programas, tiene como objetivo incrementar la protección de los combatientes contra diferentes amenazas y disminuir su huella. Este programa se divide en tres: arquitectura abierta genérica de sistemas de soldado, con una partida de entre 1 y 1,5 millones; protección balística contra explosiones y CBRN del personal militar, de dos a tres millones; y camuflaje adaptativo, entre dos y tres millones.
Bajo el título La vía europea de investigación en defensa (Prospectiva tecnológica estratégica), el tercer proyecto realizará una prospección tecnológica estratégica en el área de la defensa para detectar tendencias futuras y tecnologías emergentes que se puedan desarrollar en el futuro.
¿Cómo acceder a estos programas?
Las convocatorias se publicaron el pasado 7 de junio. Desde la DGAM explican que el proceso para participar es parecido al actualmente utilizado en el Horizonte 2020.
Todas las entidades legales (es decir, empresas, universidades, centros de investigación, etc.) establecidas en la Unión Europea o Noruega pueden participar en las convocatorias de la PADR, pero se deben presentar en consorcios internacionales compuestos por al menos cinco entidades de cinco países diferentes -en el caso del demostrador tecnológico- o por al menos tres entidades de tres países diferentes -en el caso de protección de la fuerza y sistemas de soldado-.
En el caso de la convocatoria de prospectiva tecnológica, no hay número mínimo de entidades de países diferentes, es decir, una única entidad puede presentar un proyecto.
Cada consorcio tiene que presentar en la página web habilitada por la Comisión Europea una propuesta que cumpla con las condiciones que detalla la convocatoria.
La EDA gestionará los proyectos
Las propuestas presentadas que cumplan estas condiciones serán analizadas por un comité de evaluación asistido por expertos independientes contratados por la EDA. Las que obtengan una puntuación más alta en el proceso de evaluación serán beneficiarias de un acuerdo de subvención otorgado por la agencia europea que cubrirá el 100% de los costes elegibles del proyecto.
En cuanto a las plazos, las convocatorias sobre Protección de la fuerza y sistemas de soldado y Prospectiva tecnológica estratégica están abiertas hasta el 21 de septiembre de 2017, mientras que la convocatoria sobre Demostrador tecnológico está abierta hasta el 5 de octubre de 2017. Se espera que las propuestas ganadoras se seleccionen antes del fin de 2017.
El presupuesto global estimado de la PADR es de 90 millones de euros hasta 2020, pero este presupuesto se debe aprobar año a año. Para 2018 se espera disponer de un presupuesto de 40 millones de euros y para 2019 de 25 millones. La previsión es que las convocatorias de esos años financien un número muy limitado de proyectos, como ha ocurrido con la convocatoria de 2017.
Salas explica que, aunque el comité de programa de la PADR trabaja en los temas que se financiarán, "en general se espera que cubran temas de tecnologías críticas de defensa, tecnologías disruptivas y emergentes futuras, estandarización, interoperabilidad y prospectiva tecnológica estratégica".